Principales estafas en alquileres de pisos y cómo evitarlas (vídeo)

El sector del alquiler en España se enfrenta a una problemática cada vez más común: las estafas. Estas prácticas fraudulentas afectan tanto a propietarios, como a inquilinos ya que generan desconfianza en un mercado esencial para miles de personas. En este artículo te explicamos cuáles son las principales estafas en el alquiler de pisos, su impacto en el mercado y cómo alquilar un piso sin ser estafado. ¡Sigue leyendo para más información!

Principales formas de estafa en el alquiler de pisos

Una de las formas más comunes de fraude consiste en la falsificación de documentos. Tal y como explica el CEO de SEAG Pedro Bretón muchos inquilinos presentan documentos manipulados para aparentar solvencia económica que en realidad no tienen. Esto incluye nóminas, declaraciones de la renta y contratos laborales falsificados. Ahora bien, la problemática de las estafas no solo afecta a los arrendadores, también a los arrendatarios, ya que también existen falsos propietarios que alquilan inmuebles que no les pertenecen, llegando incluso a mostrar documentos de titularidad falsos o suplantando la identidad del verdadero arrendatario.

Otra práctica de estafa en alquiler alarmante, y que está generando serios problemas en el mercado, es la publicación de anuncios de alquiler fraudulentos. Bretón menciona que estos anuncios suelen ofrecer precios inusualmente bajos o condiciones demasiado atractivas para captar a personas en situación de urgencia. En algunos casos, los estafadores solicitan transferencias bancarias como adelanto para reservar el inmueble y, tras recibir el dinero, desaparecen sin dejar rastro.

Estafas pisos alquiler: su impacto en el mercado

Estas prácticas no solo afectan económicamente a las víctimas, sino que también generan un clima de desconfianza en el mercado. Los propietarios temen alquilar sus inmuebles, mientras que los inquilinos, especialmente los que buscan una vivienda por primera vez, sienten inseguridad al no saber en quién confiar. Bretón hace hincapié, así mismo, en cómo los problemas de estafas pueden tener consecuencias legales y financieras graves para ambas partes. Los propietarios pueden enfrentarse a procesos largos y costosos para desalojar a inquilinos fraudulentos o recuperar el dinero perdido. Mientras tanto, los inquilinos estafados, además de perder dinero, suelen quedarse sin una vivienda y con pocas alternativas inmediatas.

Esto complica aún más un sector ya de por sí saturado y competitivo, aunque en este sentido resulta fundamental la labor de las inmobiliarias. Por un lado, por la investigación de la solvencia de los inquilinos y la posibilidad de consultar los ficheros de morosos, brindando tranquilidad a los propietarios; y, por otro lado, por la confianza que proporcionan a los inquilinos en el momento de encontrar una vivienda real que se adapte a sus necesidades.

¿Cómo alquilar un piso sin ser estafado? Consejos para propietarios e inquilinos

La educación resulta clave a la hora de evitar un alquiler con estafa. Es imprescindible conocer cuáles son las señales de alerta más comunes en el mercado del alquiler y la información es la mejor herramienta para prevenirlo. Tanto propietarios como inquilinos deben dedicar tiempo a investigar y verificar toda la información antes de comprometerse. Además, SEAG también busca contribuir a esta educación a través de campañas informativas, asesorías personalizadas y herramientas en línea que faciliten la toma de decisiones informadas. Es por ello que Pedro Bretón ofrece una serie de recomendaciones tanto para propietarios como para inquilinos, con el objetivo de prevenir dichos fraudes.

Consejos para evitar estas en el alquiler de piso para propietarios

En primer lugar, se debe realizar una verificación exhaustiva de documentos. Esto incluye la solicitud de documentos originales como nóminas, contratos laborales y declaraciones de la renta. Además, recomienda cruzar la información proporcionada con la vida laboral del inquilino para asegurarse de que su situación laboral es real y estable. Otra medida es la de realizar un análisis financiero. Para ello, se debe revisar la solvencia económica del inquilino verificando que los ingresos mensuales sean suficientes para cubrir el alquiler. Por último, recomienda el apoyo profesional.Aconseja contar con inmobiliarias, pero también con empresas especializadas, como SEAG, que ofrecen servicios de garantía y análisis de riesgos para minimizar posibles problemas.

Consejos para prevenir las estafas en pisos de alquiler para inquilinos

En el caso de los inquilinos lo más importante es confirmar la titularidad del inmueble. Esto puede comprobarse solicitando nota simple del Registro de la Propiedad para verificar que la persona que alquila el inmueble es realmente el propietario. Así mismo, recomienda prestar atención a los anuncios sospechosos para poder identificarlos fácilmente. Hay que evitar ofertas que parezcan demasiado buenas para ser ciertas, como precios muy bajos o condiciones poco claras. Por último, se deben realizar siempre transacciones seguras, nunca pagos en efectivo o transferencias a cuentas bancarias no verificadas sin haber firmado un contrato formal previamente. Bretón subraya, por otro lado, la importancia de mantenerse informado sobre los derechos y responsabilidades tanto del arrendador como del arrendatario para evitar malentendidos y posibles conflictos legales.

El papel de SEAG en la protección del alquiler

SEAG se presenta como una solución integral para mitigar los riesgos asociados al alquiler. Nuestra compañía ofrece servicios de análisis de riesgos, garantía de impagos y asesoramiento legal, lo que permite a propietarios e inquilinos tener mayor tranquilidad. Uno de los servicios destacados es la garantía de pago, que asegura a los propietarios el cobro de la renta incluso en caso de que el inquilino no cumpla con sus obligaciones. Además, en Sociedad Española de Alquiler Garantizado realizamos verificaciones exhaustivas de la documentación presentada por los inquilinos, detectando posibles fraudes antes de que se formalice el contrato. Este enfoque proactivo ayuda a reducir significativamente los riesgos para los propietarios.

Gracias a los servicios especializados de compañías como la nuestra y a la implementación de medidas preventivas, es posible minimizar los riesgos y garantizar una experiencia de alquiler segura y satisfactoria. La clave está en la información, la verificación y el apoyo de profesionales que comprendan las complejidades del sector. Con estas herramientas, tanto propietarios como inquilinos pueden protegerse y contribuir a un mercado más transparente y confiable.

Qué sucede con el contrato de alquiler tras el fallecimiento del arrendador

Recientemente, hablábamos en el blog de SEAG de lo que ocurre con el contrato de alquiler en el supuesto de fallecimiento del inquilino y cómo tienen lugar las subrogaciones. Ahora bien, qué sucede al contrario. Es decir, qué pasa tras el fallecimiento del arrendador con el contrato de alquiler. ¡Lo vemos, a continuación!

¿Qué ocurre tras el fallecimiento del arrendador?

Cuando tiene lugar el fallecimiento del arrendador, la vivienda y el contrato de alquiler pasan a los herederos nombrados en el testamento. Los herederos pasan a ser los responsables actuales del inmueble y, por lo tanto, deben respetar la duración y las condiciones del contrato hasta su extinción. Además, esto conlleva el cumplimiento de las obligaciones propias del arrendador (por supuesto, las que corresponden por ley y las que se acordaron en el momento de formalizar el contrato). Por lo general, suele ser el cónyuge quien ostente la condición de arrendador tras la herencia al recibir el usufructo vitalicio. En el supuesto improbable de que el arrendador falleciera sin tener herederos, entonces el inmueble pasaría a manos del estado, siendo la administración pública la responsable de recibir las rentas del inquilino y de mantener el contrato en vigencia.

¿Es posible modificar el contrato de alquiler por fallecimiento del arrendador?

La respuesta es no. Como indicábamos en el punto anterior, el heredero o legatario asumirá los derechos y obligaciones del arrendador original. En otras palabras, el contrato de arrendamiento existente continuará en los mismos términos, sin que se puedan alterar el precio del alquiler, la duración del contrato ni ninguna otra de sus condiciones. Por supuesto, el nuevo arrendador tampoco tiene la opción de vender el inmueble hasta que haya finalizado el periodo obligatorio de duración del contrato, en cuyo caso deberá comunicar al inquilino correctamente su intención de vender el inmueble quien tendrá derecho de tanteo, una vez hecho, el inquilino dispondrá de 30 días para aplicar a su derecho de compra.

Extinción del contrato de arrendamiento por muerte del arrendador

Aunque más arriba indicábamos que las condiciones del contrato de alquiler deben respetarse tras la muerte del arrendador, es importante aclarar que existen excepciones. Y estas tienen lugar cuando el arrendador era el usufructuario del piso alquilado. Es decir, la persona que tenía el derecho real de este a disfrutarlo, pero sin ser propietario final del bien en base a una serie de condiciones previamente establecidas. En este supuesto, tras el fallecimiento, el contrato de alquiler queda extinguido (según los artículos 13.2 de la Ley de Arrendamientos Urbanos y los artículos 480 y 513 del Código Civil). La persona que consolide el dominio de la vivienda en alquiler tras el fallecimiento del usufructuario será quien decida si el contrato se mantiene o no (salvo en los casos de alquiler de renta antigua).

Por supuesto, tras muerte del arrendador, el inquilino (o los inquilinos) deben seguir pagando las cuotas mensuales del alquiler en la cuenta en la que lo hacían y, en el supuesto de que esta quede cancelada, lo más aconsejable es que realicen una consignación judicial de rentas según la Ley 15/2015 de jurisdicción voluntaria para asegurar su obligación de pago y evitar el desahucio por impago de alquiler.

Cláusula en caso de fallecimiento del arrendador​: ¿Es posible pactar que sucede en estos casos?

Las cláusulas de los contratos de alquiler son los acuerdos específicos y detallados que se incluyen en un contrato de arrendamiento para establecer las condiciones y obligaciones entre el arrendador (propietario) y el arrendatario (inquilino). Estas cláusulas definen los términos bajo los cuales se regirá la relación entre ambas partes durante la vigencia del contrato y son fundamentales para evitar malentendidos o conflictos. Una de las cláusulas más recomendadas es la del supuesto de fallecimiento, en cuyo caso es conveniente contemplar si el heredero decide entrar a vivir en la vivienda. Para ello, es fundamental que haya transcurrido el primer año de duración del contrato y que se haya escrito esta situación en el contrato, así el heredero podrá ocupar la vivienda y dar el contrato por terminado. Es fundamental, de igual manera, avisar al inquilino con una antelación de dos meses. Además, una vez haya desalojado el inmueble tienen hasta 3 meses para ocupar de forma efectiva la vivienda.

Modelo de comunicación de cambio de arrendador por fallecimiento

Como en todo, siempre es aconsejable dejar constancia por escrito y esto es algo que resulta muy importante en el mercado del alquiler —de hecho, puede evitarte más de una complicación—. Al hablar de la muerte del arrendador, contrato de arrendamiento y la comunicación al inquilino ocurre lo mismo. En este caso es fundamental indicar los datos del nuevo arrendador (nombre y apellidos, dirección, teléfono de contacto y correo electrónico) y la situación. Este modelo puede servirte de ejemplo:

“Por la presente, me permito informarle que, como consecuencia del fallecimiento de [Nombre del anterior arrendador], acaecido el [Fecha del fallecimiento], he pasado a ser el nuevo arrendador del contrato de arrendamiento correspondiente al inmueble ubicado en [Dirección del inmueble alquilado].

En calidad de heredero/a o legatario/a de [Nombre del anterior arrendador], me he subrogado en los derechos y obligaciones del contrato de arrendamiento vigente. Esto significa que todas las condiciones establecidas en dicho contrato, incluidas la duración, el importe de la renta y las cláusulas adicionales, permanecerán inalteradas.

A partir de ahora, los pagos de la renta deberán efectuarse en la siguiente cuenta bancaria:

Entidad bancaria: [Nombre del banco] | Número de cuenta: [Número de cuenta/IBAN] | Titular de la cuenta: [Nombre del nuevo arrendador]

Si necesita alguna aclaración o documentación adicional, no dude en ponerse en contacto conmigo a través de los datos que figuran en el encabezado de esta comunicación. Agradezco de antemano su colaboración y quedo a su disposición para cualquier duda o consulta.”

Por supuesto, en la parte de abajo del comunicado debe incluirse la firma del nuevo arrendador, así como la fecha en la que se emite el comunicado. En SEAG te recomendamos que alquiles con garantía si acabas de heredar una vivienda, de esta forma podrás prevenir cualquier situación de impago de alquiler. Además, nuestro servicio te brinda protección indefinida hasta la recuperación de la vivienda y te proporcionamos defensa jurídica por parte de nuestro equipo de abogados especializados para llevar a cabo la reclamación del impago (asumimos todos los gastos de procurador, notificaciones, poderes notariales y tasas judiciales). ¿Tienes dudas? Contacta con nuestro equipo sin compromiso para que te podamos asesorar.

Cómo desempadronar a alguien de tu casa paso a paso

¿Acabas de comprar tu vivienda? ¿La has estado alquilando y tienes pensado regresar? Entonces, lo más probable es que ya haya personas empadronadas en tu hogar. De hecho, las personas que residen en territorio español tienen el derecho y el deber de empadronarse en el municipio en el que residan si esta es la vivienda habitual. En concreto, es algo que aparece reflejado en el artículo 15 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de Bases del Régimen Local que dice lo siguiente: “Toda persona que viva en España está obligada a inscribirse en el Padrón del municipio en el que resida habitualmente”. Es por ello que son muchas las posibilidades de que haya otras personas empadronadas en tu vivienda. Por lo tanto, ¿qué puedes hacer? Lo vemos, a continuación.

¿Cómo saber si hay alguien empadronado en mi vivienda?

Lo primero de todo, si todavía no lo has hecho, es consultar si realmente hay personas empadronadas en tu vivienda. Un trámite muy sencillo que si sabes cómo realizarlo apenas te quitará tiempo, aunque eso sí, puede variar dependiendo de cada municipio. En cualquier caso, hoy en día la mayoría pueden realizarse online, así que lo podrás llevar a cabo desde la comodidad de tu hogar. Eso sí, por cuestiones legales para respetar la Ley de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, no puede consultarse el nombre de las personas empadronadas, únicamente la cantidad de personas que hay empadronadas en la vivienda.

Por lo tanto, para saber si alguien está empadronado en tu casa lo que debes hacer es ir a la administración del padrón, que es la oficina de empadronamiento del ayuntamiento de tu municipio y solicitar una copia del padrón. Generalmente, como indicábamos más arriba, esta oficina cuenta con una página web donde puede solicitarse una copia de manera telemática y revisar así los datos de personas que residen en la vivienda. Si compruebas que efectivamente hay personas ajenas a tu unidad familiar, te recomendamos que sigas leyendo para saber de qué forma se puede desempadronar a alguien sin su consentimiento.

¿Qué pasa si hay alguien empadronado?

Al igual que existe la obligación de empadronarse en la vivienda en la que se reside, también está prohibido figurar en el padrón de una vivienda en la que no se reside, y esto puede acarrear sanciones de hasta 150 euros o incluso penas de prisión si se comprueba que se hace con fines lucrativos para la persona que se encuentra en esta situación. Esto ocurre, en algunos casos, por descuido y, en otros, por conveniencia. Ahora bien, cómo afecta al propietario del inmueble, ¿puede repercutir negativamente? Sí, dependiendo de la situación. Hay que entender que al tener personas empadronadas en tu vivienda Hacienda puede entender que la estás alquilando, en cuyo caso puede ser posible que se te solicite acreditar que no estás recibiendo un beneficio económico como alquiler, de ahí la importancia de desempadronar a alguien.

Además, hay que dejar claro que la ley penaliza a las personas que realicen un falso empadronamiento (o un empadronamiento ilícito) con el fin de acceder a ayudas económicas, así como a servicios municipales, tener acceso a un determinado colegio, acreditar la convivencia con otra persona para aprovecharse de ser pareja de hecho y demás situaciones que se puedan prestar. Este tipo de empadronamientos están penados con una sanción de hasta 150 euros.

¿Cómo desempadronar a alguien?

El proceso de desempadronar a alguien es un proceso bastante sencillo, al igual que el del empadronamiento, siempre y cuando seas propietario del inmueble y puedas demostrar que nadie más reside en tu vivienda. Lo primero que debes hacer cuando se trata de responder a cómo desempadronar a alguien de mi casa es acudir a la oficina del ayuntamiento municipal correspondiente, como indicábamos arriba, de esta forma podrás indicar que nadie reside en tu vivienda. Te recomendamos que te lleves tu copia simple y si la vivienda estuvo alquilada, una copia del contrato que demuestre que este ha finalizado. No es obligatorio presentar información de la persona que está registrada en el inmueble, puesto que como comentábamos, no tienes por qué conocerlos. Ahora bien, cuanta más información se presente mejor será para ti y menos posibilidades de que los funcionarios pongan complicaciones.

Pero, ¿cómo desempadronar a alguien online? En este caso, lo que debes hacer es acceder a la web del ayuntamiento con tu certificado digital y buscar el trámite en cuestión (debes saber que no todos los municipios lo ofrecen). En caso de disponer de él, este puede estar especificado como tal, como por ejemplo “Bajas de oficio en el padrón municipal” o no, en cuyo caso puedes probar con un trámite general para “Otras solicitudes” que te permita indicar lo que necesitas, subir los archivos específicos y enviarlo al organismo correspondiente. Ten en cuenta, eso sí, que los trámites online suelen ser más lentos que los presenciales. En conclusión, respondiendo a la pregunta de si se puede desempadronar a alguien sin su consentimiento, la respuesta es sí. ¡Ahora ya sabes cómo hacerlo!

Alquilar tu vivienda después de desempadronar a los antiguos inquilinos

No hay un límite en cuanto al número de personas que estén empadronadas en tu vivienda, ya que la respuesta que ofrece la ley es igual a la cantidad de individuos que residen en el inmueble —eso sí, de manera legal—. Ahora bien, ya sabes que esto puede suponer problemas como sanciones administrativas y no conviene tener a personas empadronadas que no residan en tu vivienda, por ende, es conveniente desempadronar antes de alquilar. En SEAG podemos ayudarte en este último proceso, para que puedas hacerlo con total tranquilidad y sin preocuparte por nada. Nuestro servicio de garantía de habitaciones está pensado para que puedas seguir cobrando tu alquiler en caso de sufrir un impago, y de manera indefinida hasta la recuperación de la habitación —mejor que un seguro de alquiler—. Además, contarás con protección jurídica integral prestada por nuestro equipo de abogados especializados que se encargarán de todo el proceso judicial para que no tengas que hacer absolutamente nada (asumimos todos los gastos del proceso). Y, por último, en SEAG te ofrecemos una compensación de daños por actos de vandalismo valorados en hasta 3.000 euros desde el primer euro y sin imponer franquicias. ¿Quieres más información? Contacta con nuestro equipo sin compromiso.

Qué hacer si mi inquilino no se quiere ir al finalizar el contrato

Uno de los mayores temores por parte de los propietarios de inmuebles tiene lugar cuando el inquilino no se quiere ir, aunque haya finalizado el contrato. Esto no tiene por qué derivar siempre en un impago, pero sí puede suponer un problema para los caseros que quieren recuperar su inmueble para hacer uso de él, entre otras. En este artículo, el CEO de Sociedad Española de Alquiler Garantizado, Pedro Bretón explica qué hacer. ¡Sigue leyendo para más información!

¿Puedo recuperar la vivienda antes de tiempo si mi inquilino no se quiere ir?

En un entorno económico cada vez más complejo, con muchas dificultades para acceder a la vivienda por parte de los inquilinos y con gran incertidumbre por los propietarios frente a las actuales medidas, cada vez surgen más preocupaciones entre quienes ponen sus inmuebles en alquiler, sobre todo, por la incertidumbre de poder recuperar su vivienda tras finalizar el contrato. Pedro Bretón, CEO de SEAG, señala la importancia que tiene entender las normativas y los procedimientos actuales, y en base a ello aclara qué pasa si un inquilino no se quiere ir.

Cuando un inquilino no se quiere ir, señala, la tarea puede complicarse y todo depende de varias condiciones. En primer lugar, es necesario que el arrendador sea una persona física, ya que, si se trata de una empresa, las opciones son más limitadas. Para facilitar la recuperación del inmueble, el contrato de arrendamiento debe contener una cláusula específica que permita al propietario notificar su intención de recuperar la vivienda, especialmente si la necesita para su uso personal o para el de familiares cercanos. Además, es fundamental que esta notificación se realice con un plazo de antelación adecuado —generalmente, con un plazo de cuatro meses como mínimo—; Bretón aconseja utilizar métodos formales como el burofax con acuse de recibo para asegurar que haya un registro claro de la comunicación. La ley establece que, si no se cumplen estas formalidades, la recuperación de la vivienda puede ser un proceso complicado y, en algunos casos, inviable hasta que se cumpla el plazo de duración del contrato.

La importancia de avisar al inquilino del fin de contrato

En los casos habituales, cuando el inquilino quiere recuperar la vivienda tras finalizar el contrato, se debe tener en cuenta varios aspectos, uno de los más importantes el de avisar formalmente al inquilino. Hay que tener en cuenta que, desde marzo de 2019, las leyes de arrendamiento establecen que los contratos de alquiler firmados por personas físicas tienen una duración mínima de cinco años, y en el caso de personas jurídicas, de siete años. Si ninguna de las partes notifica su intención de no renovar el contrato, este se prorrogará automáticamente por tres años adicionales. Por lo tanto, para evitar malentendidos, el aviso al inquilino del fin de contrato es esencial. Es recomendable que cualquier notificación sobre la finalización del contrato se haga con un plazo prudente y mediante un escrito formal. Esto no solo facilita la comunicación, sino que también proporciona una base legal en caso de que surjan disputas. Además, en el supuesto de que sean varios inquilinos se debe avisar a cada uno de ellos, por ejemplo, por burofax.

Ahora bien, ¿cómo sacar a un inquilino si no se quiere ir?

Lo primero que hay que dejar claro es que, en la mayoría de los casos la relación entre inquilinos y propietarios suele ser buena, por lo que la entrega de la propiedad suele realizarse de manera pacífica. Bretón recomienda, además, que en los casos en los que el inquilino se enfrenta a dificultades para encontrar una nueva vivienda se adopte una postura comprensiva y flexible para permitirles más tiempo y facilitarles la búsqueda. Sin embargo, cuando el inquilino no se quiere ir, es entonces cuando tiene lugar el conflicto. En estos casos, la ley permite emprender acciones legales para lo cual es necesario contar con un abogado y con un procurador —tal y como puedes ver en el siguiente vídeo—.

Disponer de un servicio de alquiler garantizado, como el que ofrece SEAG, es una de las opciones más recomendadas para los propietarios que se enfrentan a este tipo de situaciones. En primer lugar, porque en el supuesto de que tenga lugar un impago de alquiler, la compañía responde, pero también por el servicio de mediación con los inquilinos que ofrece en estos casos. En concreto, esta mediación permite encontrar soluciones acordadas entre el propietario y el inquilino cuando existen tensiones, ya sea porque el propietario necesita la vivienda por razones personales o porque el inquilino tiene dificultades para marcharse. Según Bretón, esta herramienta es una opción que muchas veces resulta en acuerdos satisfactorios para ambas partes, evitando así los altos costos y el tiempo que puede conllevar un procedimiento judicial.

Sin embargo, y como último recurso, el propietario del inmueble debe presentar una demanda de desahucio para recuperar la vivienda. Una vez que se presente, el juzgado la admitirá a trámite —lo que puede durar como tiempo aproximado un mes—. Después pueden ocurrir dos situaciones, que el inquilino no la acepte o que sí lo haga. Si la acepta, entonces se debe esperar a que se fije una fecha de desahucio; mientras que, si se opone, se llegará a juicio y, cuando la sentencia dé la razón al propietario, entonces se pondrá fecha para el lanzamiento (que es el proceso final del desahucio).

Carta a inquilino fin contrato alquiler: ¿Cómo debe redactarse?

La carta para el inquilino de finalización del contrato de alquiler debe incluir, como mínimo, los siguientes puntos y redactarse de manera clara y concisa:

  • La descripción de las partes: Nombre, apellidos, DNI y domicilio del arrendador y arrendatario.
  • La identificación de la vivienda: Dirección exacta de la vivienda y referencia catastral.
  • El motivo: Motivo por el cual se finaliza el contrato de alquiler. Es decir, si la necesita para uso personal o por la finalización del contrato.

Quién puede avalar y cuáles son las obligaciones del avalista en un contrato de alquiler

En el momento de alquilar una vivienda el propietario del inmueble tiene derecho a pedir una fianza, esta es obligatoria en todos los arrendamientos tal y como se especifica en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Esta debe ser equivalente, como máximo, a una mensualidad de renta, tal y como hemos explicado en alguna ocasión en nuestro blog y a través de las redes sociales. Ahora bien, hay que tener en cuenta que como arrendador también tiene derecho a pedir un avalista en el momento de firmar el contrato, para tener mayores garantías financieras. Esto aparece igualmente indicado en la ley LAU que se encarga de regular los contratos de alquiler para aportar mayores garantías al propietario frente al impago.

Es por eso que en este artículo te explicamos todo lo que debes saber al respecto. Te explicamos qué es el avalista de alquiler, los requisitos para que alguien sea avalista y las obligaciones que contrae en el momento de firmar. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un avalista de alquiler?

Ser avalista en un alquiler implica tener que afrontar las deudas que contraiga el inquilino al cual se está avalando. Se trata de una garantía frente al impago, gracias a la cual el propietario del inmueble podrá recurrir a un tercero para saldar la deuda, si fuera necesario. Esta figura suele ser habitual, sobre todo, en el alquiler de habitaciones a estudiantes —puesto que no suelen contar con la solvencia necesaria al no estar trabajando—, aunque también puede solicitarse en otras situaciones.

Requisitos para ser avalista de alquiler

Por supuesto, al igual que se lleva a cabo un estudio del inquilino que solicita entrar a vivir en una vivienda, se sigue el mismo procedimiento en las personas avalistas del alquiler, para comprobar si realmente cuentan con la solvencia necesaria —por supuesto, siempre con su consentimiento—. Esto es algo que suelen realizar las inmobiliarias o las empresas de alquiler garantizado, como SEAG, donde además se revisa el fichero de morosos para comprobar si el futuro inquilino y avalista cuenta con deudas pendientes. Por lo tanto, los requisitos para ser avalista vienen marcadas por la solvencia, aunque también hay que tener en cuenta otros aspectos, que vemos a continuación:

  • Ser mayor de edad.
  • Ingresos estables y suficientes.
  • No tener deudas pendientes.
  • Nivel patrimonial suficientes (disposición de bienes inmuebles libres de cargas, entre otras).

Al final, muchos de los requisitos son marcados por el propio arrendador, en función de la seguridad que busque frente al impago. En esta entrevista puedes conocer más detalles:

Obligaciones avalista contrato alquiler

Ahora que ya hemos hablado de qué es un avalista de alquiler y de los requisitos para serlo, vamos a pasar a analizar cuáles son sus obligaciones. Hay que tener en cuenta que ser avalista implica un compromiso y la persona que accede asume unos riesgos. Por lo general, las obligaciones del avalista consisten en responder frente al impago de las rentas, aunque también se pueden especificar otras condiciones, como por ejemplo frente a los daños que puedan ocasionar en el inmueble. Así mismo, en el contrato puede limitarse el importe frente al cual responde, los conceptos y la duración (por ejemplo, si contempla la vigencia del contrato o se amplía con las prórrogas).

Avalista alquiler: ¿Cuáles son sus derechos?

El avalista de un alquiler, como es lógico, tiene sus derechos y podrá hacer uso de ellos en caso de necesitarlo si no ha renunciado de forma expresa a los mismos en el contrato. En el momento de hacer uso de ellos podrá dirigirse directamente al arrendador, sin necesidad de dirigirse previamente al arrendatario:

  • Derecho de orden: Esto significa que el avalista debe ser el último a la hora de ser notificado. Es decir, el arrendador debe notificar en primer lugar al arrendatario para exigir el cumplimiento de sus obligaciones y solo después al avalista.
  • Beneficio de excusión: En este caso se exige al propietario del inmueble que en primer lugar se dirija contra los bienes del arrendador y solo en caso de no disponer o no cubrir con la cantidad reclamada se proceda embargar los bienes del avalista.
  • Derecho de división: Este derecho aplica cuando hay varios fiadores, por ejemplo, en el caso de una vivienda compartida. En este caso, la deuda se reparte entre todos en partes iguales y de acuerdo a los porcentajes establecidos, salvo que se haya pactado la solidaridad entre ellos.

Cómo hacer un contrato de alquiler con avalista

Es crucial que los avalistas estén incluidos en el contrato de alquiler, donde basta con indicar su presencia y que se comprometen a asumir las obligaciones del inquilino si este no cumple. El aval será solidario, y los avalistas deberán firmar el contrato. La responsabilidad del avalista quedará, por lo tanto, establecida en dicho contrato, y aunque su obligación principal es cubrir la renta mensual en caso de que el inquilino no lo haga, se puede acordar una limitación en el alcance del aval, de manera que solo respondan en ciertas situaciones o hasta un monto o número de mensualidades determinado. En el caso de no establecerse una limitación en el contrato de arrendamiento, se entiende que el avalista responde frente a todas las obligaciones contraídas en el contrato por parte del arrendatario.

En SEAG (Sociedad Española de Alquiler Garantizado) nos encargamos de seleccionar a tu inquilino y avalista para proporcionarte la máxima seguridad y tranquilidad. Pero no solo eso, te ofrecemos un servicio de alquiler garantizado frente al impago, para que no pierdas ninguna de tus cuotas en caso de enfrentarte a esta situación. También te ofrecemos protección jurídica integral para reclamar el impago sin que tentas que preocuparte por nada (y sin ningún gasto adicional) y protección contra ocupación en los 3 meses siguientes al finalizar el contrato y daños por actos de vandalismo (hasta 3.000 euros). ¡Solicítanos más información!

Los vecinos se quejan de mi inquilino: ¿Qué puedo hacer?

Elegir correctamente un inquilino es fundamental para asegurarte de que pagará la cuota de alquiler mes a mes, pero también para contar con la tranquilidad de que tu inmueble está en buenas manos y no sufrirá deterioros —más allá del desgaste por el uso— y, por supuesto, porque no ocasionará molestias al resto de inquilinos —si optas por un contrato de alquiler por habitaciones— ni a los vecinos de la comunidad. Ahora bien, no siempre es posible acertar y lamentablemente hay muchos arrendadores que se enfrentan a esta situación. Si estás en la tesitura de que los vecinos se quejan de mi inquilino, sigue leyendo este artículo para saber qué es lo que puedes hacer.

¿Qué hacer si los vecinos se quejan de mi inquilino?

Hay ocasiones en las que un inquilino, a pesar de haber pasado los filtros de solvencia a la hora de alquilar una vivienda, puede generar problemas de convivencia al resto de inquilinos y vecinos de la comunidad —sobre todo, porque estos últimos se quejan de las molestias que ocasiona—. Si te encuentras en esta situación, te recomendamos que tengas en cuenta algunas de las siguientes medidas:

Dialoga con el inquilino molesto y con los vecinos

El diálogo es lo más importante de todo cuando te encuentras en esta situación, y lo primero que debes considerar. Hablando se entiende la gente, así que acércate a la persona con la que quieras tratar el problema, exponle la situación y las quejas que has recibido por parte de los vecinos y dale la oportunidad de que exprese su versión de los hechos. Dialoga, así mismo, con los vecinos para asegurarte de cuáles son las quejas y comprobar si es algo compartido con varios de los vecinos de la comunidad. Si lo consideras oportuno, pídele a tu inquilino que respete al resto de vecinos para evitar quejas y mejorar la convivencia.

Revisa el contrato de alquiler en busca de una cláusula específica

Algunos contratos incluyen una o varias cláusulas relacionadas con las molestias ocasionadas por un inquilino al resto de inquilinos de una vivienda o a la comunidad de vecinos. Si se ha infringido algunas de las normas podrás usarlo como base para tomar medidas mayores, en cualquier caso, te recomendamos que se lo comuniques al arrendatario en primer lugar para que recapacite sobre su comportamiento.

Toma acciones legales contra el inquilino molesto

Aparte de las denuncias que pueda interponer la comunidad de vecinos, ten en cuenta que tú como propietario del inmueble también puedes ejecutar acciones legales si el comportamiento molesto del inquilino no cesa. Estas suelen estar especificadas en las cláusulas del contrato, ahora bien, si no están presentes te recomendamos que contactes con un abogado especializado. Asegúrate, así mismo, de mandar un aviso por escrito al inquilino especificando las quejas y todo aquello que está incumpliendo, para dejar constancia de los hechos en primer lugar.

Cuáles son las obligaciones del inquilino con la comunidad de vecinos

A priori, un inquilino no tiene obligaciones legales con la junta de propietarios, puesto que no forma parte de dicha comunidad. Es decir, no forma parte de las decisiones que se toman, aunque esto no lo exime —por ejemplo— de tener que pagar los gastos de comunidad, si así se ha acordado en el contrato de manera explícita con el arrendador. Por supuesto, una cosa son las obligaciones del inquilino con la comunidad y otra las normas de convivencia, que son el conjunto de pautas que se establecen y son reconocidas en una sociedad para mantener y promover un ambiente adecuado, muchas de ellas reguladas legalmente, como la Ley del Ruido. Esta última establece que el horario para acometer obras en una casa es de lunes a viernes y que se puede hacer ruido desde las 8.00 hasta las 21:00 – 22:00 de la noche, en función de la Comunidad Autónoma. Por supuesto, todo el mundo (independientemente de que sean arrendadores o arrendatarios) debe cumplir con las normas de convivencia.

Cómo echar a un inquilino que molesta a los vecinos

Si después de todo sigue sin entrar en razón entonces tendrás que averiguar cómo echar a un inquilino molesto. Para ello tendrás que iniciar un proceso de desahucio —ten en cuenta que es un proceso que suele alargarse durante varios meses, además de ser costoso ya que debe pasar por comprobaciones legales—. Si continúas adelante con la decisión de echar un inquilino molesto, entonces ten en cuenta lo siguiente:

  1. Llama a la policía: Un aviso formal por parte de la policía, además del aviso por escrito con las quejas de los vecinos indicado más arriba, servirá para reflejar la existencia del problema vecinal mediante un atestado que ayudará posteriormente en un juicio por la molestia ocasionada. Tanto el aviso a la policía, como el aviso por escrito al inquilino serán claves en el proceso.
  2. Recaba pruebas: Para demostrar las molestias ocasionadas a los vecinos es necesario que el demandante demuestre la existencia de dicha molestia, no siendo suficiente las palabras de los vecinos. Algunas opciones adecuadas pueden ser la mediación por parte de la policía e incluso la contratación de un detective privado que se encargue de ello.
  3. Celebra una junta extraordinaria con los vecinos: Para debatir el problema, así como para tomar acciones legales contra él y presentar la demanda correspondiente.
  4. Presenta la demanda: Este proceso puede ser largo y complicado, puesto que el juez debe valorar las pruebas presentadas por los vecinos y el propietario del inmueble, de manera que el contrato de arrendamiento pueda ser rescindido y se pueda echar al inquilino molesto.

En Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG) siempre te recomendamos que prestes especial atención al momento de seleccionar a tu inquilino y que lo dejes en manos de inmobiliarias especializadas para que puedan recomendarte en base a su experiencia y su cartera de clientes, entre otras. Pero también que alquiles de manera segura para que, en caso de encontrarte con un inquilino molesto al que tengas que desahuciar, tengas asegurada tu cobertura en caso de impago —para que no pierdas beneficios durante todo el proceso, que puede alargarse durante meses si el arrendatario deja de pagar—. Te ofrecemos una cobertura de impago indefinida hasta que el inquilino haya abandonado el inmueble. Además de un servicio de protección jurídica integral mediante el cual nos encargamos de realizar todas las reclamaciones pertinentes al proceso de reclamación del impago —y asumiendo todos los gastos derivados de ello—. Nuestro servicio incluye, así mismo, los daños por actos de vandalismo hasta 3.000 euros y sin imponer franquicias —a diferencia de los seguros de alquiler—. ¿A qué estás esperando? Contacta con nosotros para más información.

¿Puede un inquilino meter a vivir a otra persona en un piso alquilado?

El mundo del alquiler puede resultar muy complejo debido a la multitud de aspectos que entran en juego, las regulaciones y las situaciones específicas dependiendo del tipo de alquiler. Una de las dudas más habituales que tienen los propietarios, es la de si puede un inquilino meter a vivir a otra persona en la vivienda, por ejemplo, un amigo o una pareja. Es decir, sin llevar a cabo un subarrendamiento de la vivienda que se trata de otra cuestión de la cual ya hemos hablado en alguna ocasión, como puedes leer en el artículo: ¿Es legal subarrendar mi inmueble? A continuación, te explicamos todo lo que debes saber con respecto a este tema. ¡Sigue leyendo!

¿Puede un inquilino meter a vivir a otra persona?

Como comentábamos, una de las dudas más habituales es la de si un inquilino puede meter a vivir a otra persona en el mismo piso. Es decir, la de si el hecho de ser titular de un contrato de alquiler da la posibilidad de que alguien pueda entrar a vivir al piso, aunque sea de forma gratuita, o lo que es lo mismo, sin subarrendar. Hay que tener en cuenta que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) prohíbe expresamente el subarrendamiento de forma parcial o total, pero también la cesión a terceros sin el consentimiento del propietario. Una cesión de una vivienda es un acto jurídico mediante el cual una persona transfiere a otra el uso y disfrute de la propiedad, sin cobrar por ello y sin perder la titularidad de la misma. Para realizar una cesión de una vivienda es necesario formalizar un contrato y cumplir con una serie de condiciones.

En este sentido, la ley es clara y prohíbe su realización sin consentimiento del propietario. Sin embargo, existen excepciones que son las siguientes:

  • La persona forma parte de la unidad familiar por consanguinidad o afinidad.
  • La persona depende económicamente del arrendatario (se incluyen los empleados domésticos o personal de programas de asistencia social).
  • Existe un vínculo de convivencia marital afectiva estable.

Derecho del inquilino a invitar personas

Ahora bien, cuando no se trata de un subarrendamiento, así como tampoco de una cesión de la vivienda, ¿qué ocurre? Realmente, la ley no dice nada al respecto. Es decir, no obliga al inquilino a avisar al casero si, por ejemplo, este decide invitar a su pareja a vivir con él. Sin embargo, es conveniente que el propietario sea notificado puesto que en caso de descubrirlo puede considerarse que se está produciendo un subarrendamiento o una cesión no estipulada en el contrato y podría realizarse una cesión del contrato antes de tiempo si no se aclara la situación. Por otro lado, si las visitas generan constantes molestias a vecinos o al resto de inquilinos, el propietario también tendrá la oportunidad de finalizar el contrato debido a que no se están cumpliendo con las normas de convivencia. En este caso, influye y es muy importante —sobre todo— la comunicación de la situación por parte de los vecinos o del resto de inquilinos al propietario, para que así pueda ser consciente de lo que está ocurriendo.

¿Qué es el subarrendamiento de una vivienda?

El subarrendamiento es una práctica bastante común entre algunos inquilinos que deciden subalquilar la vivienda, por habitaciones o la vivienda completa, a su nombre. No se trata de una práctica ilegal, ahora bien, debe estar estipulado en el contrato para que pueda efectuarse. Hay que tener en cuenta que esta es una práctica que beneficia más al inquilino que al propietario, puesto que el propietario no sabrá qué personas están alquilando su vivienda y puede existir un riesgo de impago —aunque, en ese caso, la responsabilidad recaería frente al subarrendador que es el que debe pagar su cuota acordada en el contrato con el propietario del inmueble—. La persona alquilada que subarrienda también tendrá que hacerse responsable de los gastos que puedan ocasionar los otros inquilinos si estos no responden. En cualquier caso, el subarrendamiento —al igual que la cesión de la vivienda— es ilegal siempre y cuando no se haya pactado previamente con el propietario la posibilidad de implementarlo.

Cómo asegurarse de que tu alquiler está garantizado

Alquilar una vivienda puede conllevar ciertos riesgos para el propietario si no se toman las precauciones necesarias. La confianza en los inquilinos es fundamental para gozar de tranquilidad cuando se alquila un inmueble o varias habitaciones, sin embargo, no lo es todo, puesto que existe la posibilidad de que en la vivienda entren más personas, como hemos indicado en este artículo, desde amigos hasta parejas y familiares que pasan un tiempo en ella. En SEAG siempre buscamos la tranquilidad de las personas que quieren dedicarse a este sector, puesto que ofrece muchas posibilidades —además de mejorar la oferta de vivienda tan limitada que lamentablemente se vive en el país y de dar la posibilidad a las personas de residir en una u otra ciudad—. Es por ello que ofrecemos un servicio de alquiler garantizado, tanto para el inmueble completo, como por habitaciones (y como vivienda habitual o alquiler temporal) que garantiza al propietario el cobro mensual de su alquiler en caso de sufrir un impago.

Además de ello, Sociedad Española de Alquiler Garantizado ofrece también un servicio de protección jurídica integral que está destinado a realizar la reclamación del impago del alquiler. Este contempla el asesoramiento para el arrendador, así como la asunción de todos los gastos derivados del proceso. ¿Necesitas más información sobre el servicio de alquiler garantizado de SEAG? ¡Contacta con nuestro equipo sin compromiso, te informaremos de todo lo que necesitas saber!

Requisitos para alquilar un piso como propietario: guía completa

En el momento de lanzarte al mercado inmobiliario y poner tu piso en alquiler es importante que tengas en cuenta varios aspectos, sobre todo, los requisitos para alquilar un piso a nivel legal, ya que esto te evitará posibles sanciones y problemas con la justicia, además de ofrecerte mayores garantías para un alquiler seguro. En este artículo te explicamos cuáles son los principales requisitos para alquilar un piso como propietario, ¡sigue leyendo para aprender cómo hacerlo!

¿Qué se necesita para alquilar un piso?

Para responder a cómo alquilar un piso, lo primero que debes hacer es reunir la documentación imprescindible que te permitirá hacerlo de forma legal y evitar así posibles sanciones. En concreto, es fundamental que aportes lo siguiente:

Título de propiedad del inmueble

Este documento certifica la titularidad del inmueble por parte del arrendador —y, entre otras, que no se cuenta con una nuda propiedad sin derecho a poder alquilar el inmueble—. Aunque no es necesario presentarlo ante los arrendatarios, es importante que lo tengas a tu disposición y ser propietario para poder efectuar el alquiler. Sí es conveniente aportar el último recibo del IBI como justificante de la propiedad ante los inquilinos.

Cédula de habitabilidad de la vivienda

La cédula de habitabilidad es un documento vinculado a una vivienda específica que confirma que dicho inmueble cumple con todas las condiciones técnicas necesarias e indispensables para poder residir en él y que pueda ser alquilado. Si no cuentas con ella, entonces necesitarás contratar los servicios de un arquitecto o aparejador colegiado para que revise el inmueble y compruebe que se reúnen todos los requisitos necesarios. Las condiciones básicas dependen de cada comunidad autónoma, aunque por lo general se suele analizar la superficie útil mínima, la altura libre, los huecos y otras dotaciones.

Certificado de eficiencia energética

Este documento es obligatorio y debe estar en vigor en el momento de alquilar el inmueble. Puede ser solicitado por el inquilino ya que en él se revela el consumo general del inmueble —lo que puede determinar la elección de un piso u otro—. El certificado energético tiene un periodo de validez de 10 años y no contar con él puede suponer una sanción de entre 300 a 6.000 euros, dependiendo de la gravedad. Hay que entender que este documento nos da la posibilidad de conocer cuál es el grado de eficiencia energética que tiene un determinado inmueble siendo la etiqueta A la más alta y la G la menos eficiente. Se debe indicar al anunciar la vivienda para su alquiler y entregar una copia al inquilino antes de firmar el contrato de alquiler de la vivienda.

Facturas de suministro al día

Entre los requisitos para alquilar piso a tener en cuenta debes saber que es obligatorio que los suministros estén dados de alta. Los inquilinos no tienen la obligación de continuar con ellos, ahora bien, deben acceder a la vivienda con todas las garantías para poder residir en ella. Así mismo, es fundamental que estén pagadas las últimas facturas mensuales y que todos los gastos estén claros.

Requisitos para alquilar un piso: el contrato del alquiler

Al responder a qué requisitos piden para alquilar un piso, por supuesto, nos encontramos con el contrato de alquiler. Ten en cuenta que pueden existir diferentes tipos de contratos, en función de cuál sea tu idea para alquilar la vivienda (por ejemplo, el contrato de vivienda habitual, el contrato de alquiler temporal, el contrato para uso diferente al de vivienda, el contrato de alquiler turístico…). Además, debe incluir todas las cláusulas obligatorias según exige la normativa. Si alquilas a través de inmobiliaria no tendrás que preocuparte por esto último ya que será la propia agencia la que se encargue de realizarlo y de adaptarlo a la normativa legal y a tus necesidades.

Trámites para alquilar un piso: el registro del contrato de alquiler

Dentro de los trámites para alquiler un piso, uno de los más populares es el del registro del contrato ante notario. Este registro supone una notificación ante la Administración sobre la formalización de este tipo de contratos. El registro como tal no es obligatorio, ahora bien, ofrece protección legal tanto al propietario o propietaria como a los inquilinos, sobre todo porque al ser reconocido oficialmente facilita el proceso en caso de disputas legales o si el inmueble cambiara de propietario durante el periodo de alquiler. Este trámite reconoce, así mismo, a las autoridades competentes en caso de necesidad.

Cómo alquilar piso: la declaración ante Hacienda

Como indicábamos en el punto anterior, puedes registrar el contrato o no; ahora bien, independientemente de esto si quieres que el proceso sea legal y evitar cualquier problema con la justicia, entonces tendrás que declarar tus ganancias anuales en el IRPF. El alquiler debe aparecer reflejado en la declaración de la RENTA; ten en cuenta, así mismo, que pueden existir deducciones dependiendo de tu comunidad autónoma y del tipo de contrato que hayas realizado. En este artículo puedes informarte al detalle sobre la declaración de la renta de un alquiler.

Servicio de alquiler garantizado frente al impago

Y por último, pero no menos importante, te recordamos que en SEAG te ofrecemos todas las garantías de alquiler para que puedas cobrar tu cuota mes a mes sin preocuparte por sufrir un impago, puesto que nosotros nos encargaremos de pagarte cada cuota hasta que recuperes tu vivienda. Nuestro alquiler garantizado incluye, así mismo un servicio de protección jurídica integral mediante el cual llevaremos a cabo la reclamación del impago del alquiler sin que tengas que preocuparte por nada. Nuestro equipo especializado de abogados te informará en todo momento y asumiremos todos los gastos derivados del proceso. ¡Contacta con nosotros para recibir más información!

Alquilar piso amueblado vs sin amueblar: pros y contras

Una duda compartida por muchos de los propietarios de inmuebles que se lanzan por primera vez al mercado del alquiler es la de si conviene más alquilar el piso amueblado o sin amueblar. Y lo cierto es que se trata de una duda más que razonable, teniendo en cuenta que podemos encontrarnos con ventajas y desventajas en cada caso. En este artículo hemos preparado un análisis de los pros y contras de cada uno de ellos, es decir por alquilar piso vacío o amueblado, para que puedas decidir cuál es la opción que más te conviene. ¡Sigue leyendo para saber más!

Pros y contras de alquilar un piso amueblado

Alquilar un piso amueblado es una opción muy recomendada por varios motivos, aunque ello te suponga un mayor gasto por la adquisición de los mismos y por el probable desperfecto del mobiliario a lo largo de los años y su correspondiente reemplazo (siempre y cuando no sea por causas justificadas, en cuyo caso se saldará con parte de la fianza o la fianza completa de los inquilinos). A la hora de preguntarnos si es mejor alquilar piso amueblado o sin amueblar debes tener siempre presente que de esta forma podrás alquilar más rápidamente y, sobre todo, para alquileres de corta estancia —como el alquiler temporal para estudiantes—. Y es que, en estos casos, lo que buscan los inquilinos es poder entrar en la vivienda durante un periodo de tiempo determinado, sin tener que invertir en muebles y/o equipamiento. Alquilar una vivienda amueblada implica dotarla de los enseres necesarios en el día a día, como camas, armarios, escritorios, mesas, sillas y electrodomésticos. Es decir, todo lo necesario para que el inquilino pueda mudarse inmediatamente.

Por lo tanto, en este caso el propietario podrá atraer fácilmente inquilinos que van a quedarse solo una temporada corta, como estudiantes o profesionales que se trasladan por negocios puntuales, y los inquilinos, por otro lado, podrán ahorrarse una importante cantidad de dinero al no tener que comprar mobiliario.

Ventajas y desventajas de alquilar un piso sin amueblar

Ahora bien, qué sucede si lo que queremos es alquilar un piso sin amueblar. ¿Qué pros y contras tiene esto para el arrendador? Lo cierto es que alquilar un piso sin amueblar tiene varias ventajas para el arrendador, las más destacada la de no tener que invertir una importante suma de dinero en electrodomésticos, mobiliario para dormitorio y demás enseres; así como tampoco tendrá que reemplazar muebles con el paso del tiempo, puesto que serán los inquilinos quienes se hagan cargo de ello al ser suyos. Alquilar un piso sin amueblar es una opción excelente para contratos de residencia de larga duración, puesto que muchos de los inquilinos —en estos casos— prefieren utilizar su propio mobiliario (de hecho, es habitual que ya cuenten con él).

Pero, ¿y las desventajas? Al igual que para muchos el contrato de residencia de larga duración es una opción excelente por la tranquilidad que aporta conocer a los inquilinos y saber que siempre pagan a tiempo, para otros arrendadores puede ser un inconveniente por preferir otros tipos de contratos. En estos casos, si lo que buscan es un contrato temporal —por ejemplo—, no amoblar dificultará considerablemente la labor de encontrar inquilinos puesto que tendrán que asumir el coste de equipar la vivienda, además en poco tiempo tendrán que hacer una mudanza con los mismos.

Cómo se alquila mejor un piso: ¿Amueblado o sin amueblar?

Cuando un arrendador pone un piso en alquiler, aparte de obtener una rentabilidad por él, también busca otras cosas, como disponer de la vivienda en ciertos periodos del año (en contratos temporales) o disfrutar de la tranquilidad de tener inquilinos de confianza que residan en su vivienda de manera indefinida. Por ello es fundamental tomar una decisión acertada a la hora de optar por un piso amueblado o sin amueblar, para poder lograr aquello que cada uno pretende. Como hemos visto, cada cosa tiene sus pros y sus contras y al final es uno mismo el que debe considerar las diferentes opciones en base a sus necesidades, la urgencia que tiene para alquilar y a quién. Si nos limitamos a responder al interrogante de qué se alquila mejor, un piso amueblado o sin amueblar, por lo general la primera opción suele ser la habitual (ya equipado). Ahora bien, responder a qué es mejor, ¿alquilar piso amueblado o sin amueblar?, es otro tema aparte, puesto que depende de cada caso.

Piso amueblado o sin amueblar: tips a tener en cuenta en cada caso

Ahora que ya sabes cómo se alquila mejor un piso amueblado o sin amueblar y qué es mejor, es importante tener en cuenta una serie de aspectos en cada caso para que el resultado sea un éxito —tomes la decisión que tomes—.

Consejos para alquilar una vivienda amoblada

Si al final te decides por alquilar una vivienda amoblada ten presente que esta debe estar preparada para que el inquilino pueda entrar a vivir de inmediato. Ahora bien, esto no significa que tu piso de alquiler sea un trastero y guardes en él cosas innecesarias para los inquilinos. Las viviendas para alquiler deben tener los muebles básicos y siempre es aconsejable hacer un inventario para listarlos y especificar el estado de los mismos.

Recomendaciones para alquilar una vivienda sin amueblar

Ahora bien, si lo que quieres es alquilar una vivienda sin amueblar, entonces te recomendamos que tengas en cuenta otros aspectos. En concreto, nunca la alquiles amoblándola a medias. Esto puede suponer un problema puesto que la mayoría de personas la quieren con el mobiliario básico (o en su defecto, sin él) y podrán descartarla por ello. Una opción puede ser la de permitirles retirar los muebles si están más a gusto con los suyos, es importante ser flexibles.

Alquilar tu vivienda de manera segura frente al impago de alquiler

¿Estás pensando en alquilar tu vivienda? Tanto si te decides a alquilar con muebles, como sin muebles en SEAG te recomendamos, además, que lo hagas de manera segura. Es por ello que te ofrecemos un servicio de garantía de alquiler seguro gracias al cual podrás alquilar tu vivienda con total tranquilidad, sabiendo que en caso de impago recibirás tu cuota mensual sin problemas. Además, Sociedad Española de Alquiler Garantizado incluye un servicio de protección jurídica integral para la reclamación del impago. Este incluye todos los trámites y costes derivados del proceso, para que no tengas que preocuparte por nada. ¿Necesitas más información sobre nuestro servicio? No dudes en contactarnos para que podamos asesorarte sin compromiso.

Alquiler de pisos para estudiantes: Consejos prácticos para propietarios e inquilinos

Alquilar un piso tiene una gran cantidad de ventajas para el propietario, sobre todo si piensa utilizar la vivienda como inversión y, más aún, si se trata de un piso para estudiantes, donde el rendimiento del alquiler suele ser superior. Ahora bien, como siempre indicamos desde SEAG es fundamental prestar atención a ciertos aspectos, como optar a un alquiler seguro de habitaciones para tener la garantía de cobrar mes a mes en caso de sufrir un impago y hasta la recuperación de la habitación. Es por eso que en este artículo te explicamos cómo alquilar un piso a estudiantes y qué aspectos debes tener en cuenta. ¡Sigue leyendo!

Cómo alquilar piso a estudiantes

Como indicábamos en la introducción, es fundamental prestar atención a varios aspectos importantes antes de proceder con el alquiler de pisos para estudiantes. Estos son algunos de los más importantes.

Cómo hacer un contrato de alquiler para piso de estudiantes

Lo primero que hay que tener en cuenta al alquilar un piso a estudiantes es que puedes hacerlo de dos formas, con un contrato de arrendamiento por habitaciones o con un contrato de piso compartido. Las características pueden variar entre uno u otro:

  • Contrato de alquiler para estudiantes por habitaciones: Este documento se redacta de manera individual para cada inquilino y en él se debe detallar cuál es la habitación de cada quien. Además, por supuesto, de todo lo relativo a la relación entre ambas partes, como son los derechos y obligaciones. En esta modalidad de contrato, cada inquilino es responsable de su parte.
  • Contrato de alquiler para estudiantes para piso compartido: La modalidad de este contrato afecta a todos los inquilinos, es decir, el nombre y las firmas de todos ellos debe aparecer en el mismo. En este caso, todos los estudiantes responden por todo, es decir, en caso de que uno no pagara —por ejemplo—, a ojos del dueño de la casa, y en el supuesto de que se emprendan acciones legales, repercutirá sobre todos los inquilinos. Ahora bien, este tipo de contrato da espacio para maniobrar en caso de que un inquilino se vaya, para que los restantes puedan buscar un nuevo compañero de piso.

En cualquier caso, es fundamental que el contrato refleje todo lo relativo a los estudiantes y el propietario, así como posibles cláusulas específicas. Hay que tener en cuenta, por lo tanto, el precio del arrendamiento, la duración del contrato, la forma de pago, lo que incluye el alquiler y demás… Si la vivienda se alquila a través de una inmobiliaria, esta debe redactar el contrato de acuerdo a las especificaciones del cliente.

Requisitos para alquilar piso a estudiantes: normas de convivencia y buenas prácticas

Para favorecer la convivencia entre los estudiantes y prevenir problemas entre ellos es fundamental establecer ciertas normas básicas de convivencia. Esto puede aparecer reflejado en el contrato, o expresado en otros medios. Por ejemplo, en un documento aparte, en algún tablón informativo, por email o en cualquier otro soporte. Nuestra recomendación para los inquilinos, en este caso, es que se cumplan las siguientes normas:

  1. Crear un calendario con los turnos de limpieza (si el alquiler no incluye servicio de limpieza).
  2. Respetar el espacio personal de cada estudiante.
  3. Lavar los utensilios de cocina tras ser utilizados para permitir que los siguientes puedan cocinar.
  4. Tener en cuenta los horarios y el descanso del resto de estudiantes
  5. Limitar la entrada de personas ajenas sin consentimiento.
  6. Forma de pago de los suministros.

Pide una fianza y haz un inventario

Por supuesto, no te olvides de pedir una fianza al hacer tu contrato de alquiler. Ten en cuenta que esta servirá para cubrir los desperfectos que pueda ocasionar cada inquilino. De hecho, es algo que está establecido por ley y la cantidad se corresponde a un mes de renta. Así mismo, haz un inventario de los electrodomésticos y objetos de valor para dejar constancia de lo que había en la vivienda antes del arrendamiento y su estado.

Cómo preparar un piso para alquilar a estudiantes

Otro de los aspectos que debes tener en cuenta es el mobiliario. Cada habitación debe estar perfectamente equipada, al menos, con una cama, un escritorio y un armario. Además, si no existe un espacio para la convivencia, puedes incluir una televisión en cada dormitorio. A ello debes sumarle los electrodomésticos imprescindibles, que son la nevera, la lavadora, el horno, el fogón y el microondas. No son necesarios grandes lujos, eso sí, opta por un equipamiento que haga más cómoda la vida de los estudiantes.

Ventajas del alquiler de piso para estudiantes

Hacíamos mención a las ventajas que tiene alquilar un piso para estudiantes en la introducción, aunque no a cuáles son. Ahora que ya hemos respondido cómo alquilar piso a estudiantes, te recordamos cuáles son todas estas ventajas y te animamos a hacerlo de manera segura con Sociedad Española de Alquiler Garantizado para que, en caso de sufrir un impago de alquiler, siempre tengas garantizado tu cobro mes a mes. Y no solo eso, también un servicio de protección jurídica integral que incluye los gastos por todos los trámites derivados de la reclamación del impago de alquiler, como el procurador, notificaciones, poderes notariales y tasas judiciales, además —por supuesto— del asesoramiento pertinente. Esta son las principales ventajas de alquilar un piso a estudiantes:

  • La duración del alquiler te permitirá disfrutar de ingresos durante la mayor parte del año y disponer de dos meses en verano (julio y agosto) para hacer uso de tu vivienda.
  • Existe una mayor flexibilidad a la hora de escoger el tipo de alquiler y las condiciones (en función de si deseas alquilar por año académico completo, para estancias medias —-por ejemplo, a estudiantes extranjeros—, o por toda la carrera).
  • La rentabilidad suele ser mayor que un alquiler de larga duración para familias, al ser mayor el número de inquilinos.
  • Es difícil que haya un impago completo (por todas las partes), puesto que son varios estudiantes y quienes residen en la vivienda y lo más habitual es que sean sus padres quienes asumen el gasto.