En el momento de alquilar una vivienda el propietario del inmueble tiene derecho a pedir una fianza, esta es obligatoria en todos los arrendamientos tal y como se especifica en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Esta debe ser equivalente, como máximo, a una mensualidad de renta, tal y como hemos explicado en alguna ocasión en nuestro blog y a través de las redes sociales. Ahora bien, hay que tener en cuenta que como arrendador también tiene derecho a pedir un avalista en el momento de firmar el contrato, para tener mayores garantías financieras. Esto aparece igualmente indicado en la ley LAU que se encarga de regular los contratos de alquiler para aportar mayores garantías al propietario frente al impago.
Es por eso que en este artículo te explicamos todo lo que debes saber al respecto. Te explicamos qué es el avalista de alquiler, los requisitos para que alguien sea avalista y las obligaciones que contrae en el momento de firmar. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un avalista de alquiler?
Ser avalista en un alquiler implica tener que afrontar las deudas que contraiga el inquilino al cual se está avalando. Se trata de una garantía frente al impago, gracias a la cual el propietario del inmueble podrá recurrir a un tercero para saldar la deuda, si fuera necesario. Esta figura suele ser habitual, sobre todo, en el alquiler de habitaciones a estudiantes —puesto que no suelen contar con la solvencia necesaria al no estar trabajando—, aunque también puede solicitarse en otras situaciones.
Requisitos para ser avalista de alquiler
Por supuesto, al igual que se lleva a cabo un estudio del inquilino que solicita entrar a vivir en una vivienda, se sigue el mismo procedimiento en las personas avalistas del alquiler, para comprobar si realmente cuentan con la solvencia necesaria —por supuesto, siempre con su consentimiento—. Esto es algo que suelen realizar las inmobiliarias o las empresas de alquiler garantizado, como SEAG, donde además se revisa el fichero de morosos para comprobar si el futuro inquilino y avalista cuenta con deudas pendientes. Por lo tanto, los requisitos para ser avalista vienen marcadas por la solvencia, aunque también hay que tener en cuenta otros aspectos, que vemos a continuación:
- Ser mayor de edad.
- Ingresos estables y suficientes.
- No tener deudas pendientes.
- Nivel patrimonial suficientes (disposición de bienes inmuebles libres de cargas, entre otras).
Al final, muchos de los requisitos son marcados por el propio arrendador, en función de la seguridad que busque frente al impago. En esta entrevista puedes conocer más detalles:
Obligaciones avalista contrato alquiler
Ahora que ya hemos hablado de qué es un avalista de alquiler y de los requisitos para serlo, vamos a pasar a analizar cuáles son sus obligaciones. Hay que tener en cuenta que ser avalista implica un compromiso y la persona que accede asume unos riesgos. Por lo general, las obligaciones del avalista consisten en responder frente al impago de las rentas, aunque también se pueden especificar otras condiciones, como por ejemplo frente a los daños que puedan ocasionar en el inmueble. Así mismo, en el contrato puede limitarse el importe frente al cual responde, los conceptos y la duración (por ejemplo, si contempla la vigencia del contrato o se amplía con las prórrogas).
Avalista alquiler: ¿Cuáles son sus derechos?
El avalista de un alquiler, como es lógico, tiene sus derechos y podrá hacer uso de ellos en caso de necesitarlo si no ha renunciado de forma expresa a los mismos en el contrato. En el momento de hacer uso de ellos podrá dirigirse directamente al arrendador, sin necesidad de dirigirse previamente al arrendatario:
- Derecho de orden: Esto significa que el avalista debe ser el último a la hora de ser notificado. Es decir, el arrendador debe notificar en primer lugar al arrendatario para exigir el cumplimiento de sus obligaciones y solo después al avalista.
- Beneficio de excusión: En este caso se exige al propietario del inmueble que en primer lugar se dirija contra los bienes del arrendador y solo en caso de no disponer o no cubrir con la cantidad reclamada se proceda embargar los bienes del avalista.
- Derecho de división: Este derecho aplica cuando hay varios fiadores, por ejemplo, en el caso de una vivienda compartida. En este caso, la deuda se reparte entre todos en partes iguales y de acuerdo a los porcentajes establecidos, salvo que se haya pactado la solidaridad entre ellos.
Cómo hacer un contrato de alquiler con avalista
Es crucial que los avalistas estén incluidos en el contrato de alquiler, donde basta con indicar su presencia y que se comprometen a asumir las obligaciones del inquilino si este no cumple. El aval será solidario, y los avalistas deberán firmar el contrato. La responsabilidad del avalista quedará, por lo tanto, establecida en dicho contrato, y aunque su obligación principal es cubrir la renta mensual en caso de que el inquilino no lo haga, se puede acordar una limitación en el alcance del aval, de manera que solo respondan en ciertas situaciones o hasta un monto o número de mensualidades determinado. En el caso de no establecerse una limitación en el contrato de arrendamiento, se entiende que el avalista responde frente a todas las obligaciones contraídas en el contrato por parte del arrendatario.
En SEAG (Sociedad Española de Alquiler Garantizado) nos encargamos de seleccionar a tu inquilino y avalista para proporcionarte la máxima seguridad y tranquilidad. Pero no solo eso, te ofrecemos un servicio de alquiler garantizado frente al impago, para que no pierdas ninguna de tus cuotas en caso de enfrentarte a esta situación. También te ofrecemos protección jurídica integral para reclamar el impago sin que tengas que preocuparte por nada (y sin ningún gasto adicional) y protección contra ocupación en los 3 meses siguientes al finalizar el contrato y daños por actos de vandalismo (hasta 3.000 euros). ¡Solicítanos más información!