Ocupación ilegal
La ocupación ilegal es la acción de entrar y permanecer en un inmueble sin contar con un título jurídico válido ni autorización del propietario. Esta situación implica que una persona —o grupo de personas— se instala en una vivienda, local o propiedad sin derecho alguno a su uso o disfrute, ya sea mediante allanamiento (cuando el inmueble es morada habitual) o usurpación (cuando no lo es). En ambos casos, el propietario se ve privado del control legítimo de su bien y, para recuperarlo, debe recurrir a procedimientos judiciales establecidos en la legislación española.
¿Qué consecuencias tiene una ocupación ilegal?
Desde el punto de vista legal, la ocupación de un inmueble puede tener consecuencias civiles y penales. Si la propiedad constituye la vivienda habitual de alguien, la entrada no autorizada puede considerarse allanamiento de morada, un delito tipificado en el Código Penal. Si se trata de una vivienda vacía o de un local, estaríamos ante un delito de usurpación.
El propietario afectado no puede recurrir a la fuerza para desalojar a los ocupantes ilegales, ya que esto podría suponer incurrir en un delito de amenazas, coacciones y/o lesiones. En su lugar, debe iniciar un procedimiento judicial. Existen varias vías, como el juicio verbal de desahucio por precario, el procedimiento penal o la reclamación de medidas cautelares urgentes, cada una con requisitos y plazos específicos.
Ejemplos prácticos de ocupación ilegal
Vivienda habitual con alquiler de habitación
Una persona alquila una habitación en su vivienda habitual, pero al finalizar el contrato o en caso de impago, el inquilino se niega a marcharse. Aunque inicialmente hubo consentimiento, una vez expirado el plazo o resuelto el contrato y/o revocada la autorización, la permanencia no consentida puede convertirse en una situación de ocupación ilegal. Si el inquilino continúa usando la vivienda sin pagar renta ni tener permiso, el propietario debe solicitar el desahucio por vía civil.
Local comercial sin actividad
Un comerciante cierra temporalmente su local y, al regresar, descubre que ha sido ocupado por un grupo de personas que lo utiliza como vivienda improvisada. En este caso, al no tratarse de una morada habitual ni existir consentimiento, podría considerarse usurpación de bien inmueble. El propietario puede denunciar los hechos y solicitar judicialmente el desalojo.
Recomendaciones para evitar ocupaciones ilegales
- Mantener el uso activo del inmueble, aunque sea esporádico, reduce el riesgo de ocupación. Constantes visitas al inmueble y mantener limpias las puertas y ventanas, el jardín, los accesos, etc…
- Instalar sistemas de alarma y/o videovigilancia, especialmente en segundas residencias o locales cerrados.
- Evitar mostrar signos de abandono, como buzones repletos de correspondencia y publicidad, ventanas rotas o falta de mantenimiento.
- Formalizar los contratos siempre por escrito y registrar el arrendamiento cuando proceda ante un organismo público.
- En caso de conflicto, no actuar por cuenta propia: acudir siempre a un abogado y seguir el procedimiento legal.
La ocupación ilegal supone para el propietario un grave perjuicio, y la resolución de esta situación ilegal puede ser lenta, costosa y pesada si no se actúa conforme a la ley.
Sinónimos de ocupación ilegal
Usurpación, allanamiento, intrusión, ocupación no autorizada, precario.