Aval bancario
El aval bancario es una garantía ofrecida por una entidad financiera que se obliga a pagar una cantidad determinada de dinero si la persona avalada no cumple con sus obligaciones contractuales. Se trata de un contrato independiente del acuerdo principal, pero que sirve como respaldo del mismo, especialmente útil en operaciones como los contratos de arrendamiento. Esta figura da seguridad al arrendador o propietario, que sabe que, en caso de impago u otro incumplimiento por parte del inquilino, podrá reclamar la cantidad avalada al banco.
Cómo funciona un aval bancario en el alquiler de una vivienda
El aval debe formalizarse por escrito y en él se especifican aspectos clave como el importe garantizado, el plazo de vigencia, el objeto del aval (por ejemplo, el pago de la renta o la reparación de daños y su compensación económica) y las condiciones en las que puede ejecutarse.
En el contexto del alquiler de una vivienda habitual, el arrendador puede exigir al inquilino un aval bancario como condición para firmar el contrato. Esto es frecuente cuando el propietario desea una mayor seguridad sobre el cobro del alquiler. Por ejemplo, una persona que alquila una habitación en un piso compartido puede necesitar aportar un aval bancario de seis meses de renta. En caso de impago, el propietario podrá reclamar directamente al banco el importe garantizado, sin necesidad de acudir a juicio previamente contra el inquilino.
Aval bancario en el alquiler de locales comerciales: ejemplos y consejos
En el caso de locales comerciales, el aval bancario también es una herramienta común, sobre todo cuando el negocio es nuevo y el propietario del local quiere asegurar el cumplimiento del contrato. Imaginemos que una pequeña empresa firma un contrato para alquilar un local durante cinco años. El propietario exige un aval bancario equivalente a un año de renta. Si la empresa incumple el contrato antes de tiempo o deja de pagar, el arrendador puede ejecutar el aval y recuperar el dinero garantizado.
Para evitar problemas, es importante tener en cuenta algunos consejos:
- El aval bancario conlleva comisiones y gastos que asume la persona que lo solicita, generalmente el arrendatario.
- Antes de firmar el contrato de alquiler, se debe confirmar que el aval incluye todas las condiciones exigidas por el propietario.
- Es recomendable conservar una copia del aval y del contrato de arrendamiento, y revisar las fechas de vencimiento para no dejar la garantía caducada.
- El banco solo responderá dentro de los límites establecidos en el aval; no cubrirá cantidades superiores ni conceptos no incluidos.
- Es importante fijar el periodo de vigencia del aval, y muy espacialmente si el periodo también cubrirá las prórrogas temporales que pudieran darse a la vigencia del contrato.
- En un aval bancario, resulta imprescindible que el avalista (Banco) renuncie a los beneficios de división, excusión y orden. Que sea solidario frente a las obligaciones contraídas por el obligado principal.
En definitiva, el aval bancario ofrece protección al arrendador y puede facilitar el acceso a una vivienda o local cuando el arrendatario aún no tiene suficiente historial o solvencia demostrada.
Sinónimos
garantía bancaria, fianza bancaria, aval financiero, caución bancaria.