10 normas de convivencia en habitaciones de alquiler​ que debes establecer

La convivencia no tiene por qué ser complicada, incluso cuando se comparte una vivienda entre varias personas. Ahora bien, es importante establecer unas reglas de convivencia para inquilinos y que todos las respeten. Como propietario/a de un inmueble, aunque no sea tu obligación, es algo que te conviene para que los personas que alquilan estén a gusto, no haya conflictos en la vivienda y así evitar la rotación de personal, lo cual puede desestabilizar tus ingresos de manera puntual. Es por eso que en este artículo te proponemos 10 normas para alquiler de habitaciones que harán que reine la paz y armonía en tu vivienda. ¡Vamos a ello!

Normas de convivencia para inquilinos en un piso compartido

Si eres propietario y alquilas por habitaciones, establecer unas normas de convivencia para inquilinos claras desde el principio es fundamental. Estas reglas no solo ayudan a evitar conflictos, sino que también mejoran la experiencia de los arrendatarios y protegen tu inmueble. Incluir un manual de convivencia para inquilinos como anexo al contrato de arrendamiento puede marcar la diferencia. Aquí tienes diez normas recomendadas para cualquier contrato de alquiler de habitación.

1. Respeto a los espacios comunes

Una de las normas de convivencia para inquilinos más importantes es el respeto a las zonas compartidas: cocina, baño, salón o lavandería. Es esencial que todos los inquilinos mantengan estos espacios limpios tras su uso y respeten los turnos si fuera necesario. Como propietario, puedes establecer una norma de alquiler de habitación que obligue a recoger utensilios y enseres personales inmediatamente después de usarlos, por ejemplo.

2. Turnos de limpieza obligatorios

Aunque no vivas en la vivienda, puedes fijar un calendario de limpieza semanal para los espacios comunes. Indicarlo en el contrato ayuda a evitar malentendidos. Esta es una de las normas de convivencia en habitaciones de alquiler más eficaces para evitar conflictos por higiene y desorden.

3. Control del nivel de ruido

En cualquier norma de alquiler de habitación, es vital que se indique una política clara sobre el ruido. El descanso de los demás debe respetarse, especialmente por la noche y en horarios de estudio o trabajo. Como propietario, puedes fijar un horario de silencio (por ejemplo, entre las 22:00 y las 8:00) para garantizar un ambiente tranquilo.

4. Visitas externas reguladas

El contrato debe incluir una cláusula que regule las visitas. No se trata de prohibirlas, sino de evitar molestias o situaciones incómodas. Puedes permitir que los inquilinos reciban visitas ocasionales, pero sin pernoctaciones frecuentes ni invitados permanentes. Así evitarás problemas entre arrendatarios —como, por ejemplo, molestias por los ruidos, el uso de zonas comunes por personas ajenas y el aumento en el gasto de los suministros—, manteniendo así el control sobre el uso del inmueble.

5. Prohibición de subarriendo

Una de las normas de alquiler de vivienda básicas que no puede faltar es la prohibición expresa del subarriendo. El inquilino no debe ceder su habitación a terceros sin tu consentimiento por escrito. Esta cláusula protege tu contrato y evita ocupaciones no autorizadas.

6. Gestión de residuos y reciclaje

Cada vez más ciudades exigen separar residuos. Puedes incluir en el contrato una cláusula que obligue a respetar la normativa de reciclaje local. Asignar un calendario para sacar la basura o delimitar responsabilidades también es útil para evitar acumulación de desperdicios.

7. Prohibido fumar en zonas comunes

Aunque puedas permitir fumar dentro de las habitaciones (si así lo decides), es recomendable prohibirlo en las zonas comunes. De este modo, evitarás molestias y posibles olores que puedan generar fricciones entre inquilinos. Además, disminuyes el riesgo de daños o incendios.

8. Reparaciones y mantenimiento

Una de las normas de convivencia para inquilinos que más dudas genera es la de quién se encarga del mantenimiento. En el contrato puedes dejar claro que los inquilinos deben notificar cualquier avería lo antes posible, y que los daños por uso indebido correrán por su cuenta. Esto evita malentendidos y promueve un uso responsable.

9. Uso responsable del agua, electricidad y gas

Además, puedes incluir en el contrato una cláusula que promueva el uso racional de suministros. Aunque tú como propietario seas quien paga las facturas, un uso excesivo puede afectar la rentabilidad del alquiler. Esta norma de alquiler de habitación ayuda a mantener los gastos bajo control y fomenta la responsabilidad compartida.

10. Respeto entre inquilinos y comunicación

Por último, establece una norma de convivencia basada en el respeto mutuo y la comunicación. Fomenta que, en caso de desacuerdo, los inquilinos intenten resolverlo con diálogo antes de recurrir a terceros. Como propietario, también puedes actuar como mediador si la situación lo requiere.

Cómo alquilar tu vivienda por habitaciones de manera segura

Alquilar una vivienda por habitaciones es muy rentable, pero también conlleva ciertos riesgos que los seguros de impago tradicionales no siempre cubren. De hecho, la mayoría de pólizas convencionales excluyen expresamente este tipo de alquiler. Por eso, contar con SEAG es una decisión inteligente para propietarios que buscan seguridad y rentabilidad sin sorpresas al alquilar habitaciones.

A diferencia de otros servicios, SEAG ofrece protección frente al impago de forma indefinida, habitación por habitación, sin límites de mensualidades cubiertas. Esto significa que, si un inquilino deja de pagar, seguirás recibiendo la renta acordada mes a mes, sin necesidad de esperar una sentencia judicial para activar la cobertura. Además, contarás con una defensa jurídica integral, llevada a cabo por abogados especializados en arrendamientos urbanos. SEAG asume todos los gastos del proceso legal: honorarios de abogado, procurador, poderes notariales, tasas judiciales y notificaciones. Así, no solo estás protegido, sino también asesorado en cada paso. Y si el problema va más allá del impago, SEAG también te protege. Ofrece una compensación de hasta 3.000 € por actos de vandalismo, desde el primer euro, sin franquicias, y tras descontar únicamente la fianza. Una cobertura difícil de encontrar en el mercado.

En definitiva, si alquilas por habitaciones y buscas una alternativa real a los seguros de impago de alquiler, SEAG te ofrece una solución legalmente respaldada, sin limitaciones ni letra pequeña. Porque tu tranquilidad como propietario no debería estar condicionada por el tipo de alquiler que elijas.

Anexo al contrato de alquiler: ¿Qué es y cómo se hace?

Cuando se firma un contrato de alquiler es habitual que con el tiempo surjan cambios en las condiciones pactadas inicialmente: puede variar el precio del arrendamiento, añadirse un nuevo inquilino, permitirse una mascota o incluso modificarse la cuenta bancaria del propietario. Para reflejar estos ajustes sin redactar un contrato nuevo, existe una solución legal y sencilla: el anexo al contrato de alquiler. Este documento complementario permite modificar aspectos concretos del acuerdo original de forma clara y válida jurídicamente. En este artículo te explicamos qué es un anexo, cómo se hace y en qué casos se utiliza, desde cambios de titular hasta prórrogas. Una guía práctica para propietarios e inquilinos que quieren evitar malentendidos y proteger sus derechos. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el anexo contrato alquiler?

El anexo al contrato de alquiler es un documento adicional que se adjunta al contrato de arrendamiento original para modificar, ampliar o especificar ciertas condiciones previamente pactadas. No se trata de un nuevo contrato, sino de una extensión legal del existente, con el mismo valor jurídico siempre que sea firmado por todas las partes involucradas. Este tipo de documento se utiliza cuando, por ejemplo, cambia el precio del alquiler, se incorporan nuevos inquilinos, se permite la tenencia de mascotas, se actualiza la cuenta bancaria para los pagos o se produce un cambio de propietario. También sirve para extender la duración del arrendamiento (prórroga) o incluir un avalista.

El anexo es importante porque permite mantener actualizado el contrato sin necesidad de redactar uno nuevo, facilitando así la gestión del arrendamiento. Debe redactarse con claridad, indicar a qué contrato hace referencia y especificar la modificación que se realiza. Además, tanto el arrendador como el inquilino deben firmarlo y guardar una copia. Lo ideal es elaborar este documento en el momento en que se produzca la necesidad de cambio. Es decir, en cuanto ambas partes estén de acuerdo con la modificación. Así se evitan malentendidos y posibles problemas legales. Ahora bien, recuerda que cualquier anexo debe respetar lo establecido en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).

Cómo hacer un anexo a un contrato de alquiler

Redactar un anexo al contrato de alquiler es un proceso sencillo, pero debe hacerse con precisión. A continuación, te explicamos los tipos de anexos más comunes y cómo se formulan correctamente.

Anexo al contrato de arrendamiento – modificación del precio del alquiler​

Cuando se acuerda una subida o bajada del precio mensual del alquiler, es fundamental reflejarlo en un anexo. Este debe incluir la cuantía anterior, la nueva, la fecha de entrada en vigor del cambio y la conformidad de ambas partes. También es recomendable indicar a qué índice de revisión está sujeto el cambio.

Anexo contrato alquiler – añadir inquilino​

Si se incorpora un nuevo inquilino a la vivienda, debe añadirse al contrato mediante un anexo. Este incluirá los datos personales del nuevo arrendatario, su aceptación de las condiciones vigentes y su firma junto a la del propietario y del inquilino anterior. De esta forma, se actualiza la responsabilidad legal sobre la vivienda.

Modelo anexo contrato alquiler – quitar un arrendatario​

Cuando uno de los inquilinos abandona la vivienda y se desea mantener el contrato con los restantes, es necesario redactar un anexo donde se indique el cese del arrendatario saliente y que este renuncia a cualquier derecho u obligación futura sobre el contrato. Todos los inquilinos restantes y el propietario deben firmarlo.

Anexo fotográfico sobre el estado de la vivienda

Como puedes imaginar, este anexo debe incluirse en el contrato desde el primer momento, ya que servirá como justificación del propietario para demostrar los daños ocasionados por actos de vandalismo, en caso de un comportamiento inadecuado por parte del inquilino. Este anexo es imprescindible, así mismo, para disfrutar de la cobertura de hasta 3.000 euros en daños por actos de vandalismo de SEAG (una vez descontada la fianza), que está incluida en el servicio de garantía indefinida de protección frente al impago y okupación.

Anexo avalista contrato alquiler​

Añadir un avalista implica que una tercera persona responderá en caso de impago. El anexo debe contener los datos del avalista, su consentimiento expreso y el alcance de su responsabilidad (económica, total o limitada). También se puede añadir documentación adjunta como copia de su DNI y justificantes de solvencia.

Anexo contrato alquiler – cambio propietario​

Si el inmueble cambia de propietario, es imprescindible reflejarlo mediante un anexo. Este documento debe indicar los datos del nuevo arrendador y especificar que mantiene las condiciones pactadas en el contrato inicial. Debe ser firmado por el nuevo propietario y por el arrendatario para que tenga validez.

Anexo contrato alquiler – cambio cuenta bancaria​

Cuando el arrendador cambia de cuenta para recibir los pagos del alquiler debe informarlo al inquilino mediante un anexo. Se especificará la cuenta anterior, la nueva, y desde qué fecha debe realizarse el ingreso en ella. Ambas partes deben firmar el documento para evitar confusiones o reclamaciones.

Anexo contrato alquiler mascotas​

Si inicialmente no se permitían mascotas y posteriormente se autoriza su tenencia, conviene dejar constancia por escrito. El anexo debe incluir una descripción del animal (especie, tamaño, nombre) y condiciones especiales si las hubiera (por ejemplo, limpieza, seguro de responsabilidad civil o no causar molestias a vecinos).

Anexo prorroga contrato alquiler​

Una vez finalizado el periodo de duración inicial, se puede pactar una prórroga del contrato. El anexo debe indicar la fecha de vencimiento anterior y la nueva fecha acordada, dejando claro que el resto de condiciones se mantienen inalteradas. Esto permite seguir con el contrato sin redactar uno nuevo.

Anexo subrogación contrato alquiler​

La subrogación se da cuando otra persona ocupa el lugar del inquilino original, como ocurre en caso de fallecimiento, separación o cesión del contrato. El anexo debe identificar al nuevo titular del contrato, indicar el motivo de la subrogación y especificar que asume todas las obligaciones y derechos del arrendamiento.

Preguntas para un inquilino que te permitirán saber si es el ideal

En el momento de alquilar una vivienda es esencial asegurarse de quién es la persona (o personas) que residirá en ella y cómo es. Contar con referencias siempre es una señal de garantía, sobre todo si es la primera vez que pones la vivienda en alquiler y no has realizado nunca un proceso de selección de tus futuros inquilinos. Ahora bien, esto no siempre es posible, es por ello que en este artículo hemos preparado un cuestionario para inquilinos que te permitirá conocerle mejor y prevenir situaciones conflictivas en el futuro. ¡Vamos a ello!

Preguntas para un inquilino antes de alquilar

Con este cuestionario para inquilinos no se trata solo de obtener información básica, sino de interpretar sus respuestas para anticipar situaciones que podrían afectar la relación arrendador-inquilino o el buen uso de la propiedad. Exploramos algunas de las preguntas más útiles y cómo cada una nos ayuda a tomar una decisión informada.

Dónde trabajas actualmente

Esta pregunta permite conocer la estabilidad laboral del interesado. No se trata únicamente de saber si tiene un empleo, sino también de valorar la fiabilidad de sus ingresos. Si trabaja en una empresa con cierta trayectoria o en un puesto estable, eso da confianza de que podrá hacer frente a los pagos. Además, saber dónde trabaja también ayuda a prever si tendrá problemas con la distancia o si puede haber cambios frecuentes por motivos laborales

¿Antes vivías de alquiler?

Saber si el inquilino tiene experiencia previa alquilando da pistas sobre su familiaridad con las normas habituales: pagar puntualmente, mantener el piso en buen estado y cumplir con los plazos acordados. Si nunca ha alquilado, puede requerir más explicaciones y seguimiento. En cambio, si tiene experiencia positiva, puede ser un punto a favor. Si ha tenido problemas anteriores, es importante profundizar para entender por qué.

¿Cuentas con referencias de otros propietarios?

Las referencias son una herramienta muy valiosa. Un antiguo arrendador que hable bien del interesado puede aportar tranquilidad. Confirma que la persona ha sido responsable, cuidadosa y puntual en los pagos. Si no tiene referencias, no es necesariamente negativo, pero conviene contrastar con otras señales de fiabilidad.

Con quién tienes idea de compartir el piso

Es fundamental saber cuántas personas vivirán realmente en el inmueble. No es lo mismo alquilar a una persona sola que a una pareja o a un grupo de amigos. Esto afecta al desgaste del inmueble, al nivel de ruido y a posibles conflictos. En este caso es altamente recomendable que todas las personas que van a residir sean incluidas en el contrato como parte arrendataria para que asuman derechos y obligaciones frente al mismo.

Qué día te viene mejor para pagar

Preguntar por este dato ayuda a coordinar los pagos con comodidad para ambas partes. Algunas personas cobran a final de mes, otras a principio. Ajustar la fecha a su realidad facilita que el inquilino sea puntual y evita retrasos innecesarios.

Preguntas al inquilino:¿ Cuánto tiempo tienes pensado alquilar el piso?

Aunque no siempre se puede prever con exactitud, tener una idea de la intención del inquilino permite planificar mejor. Si busca algo temporal, el propietario debe valorar si está dispuesto a aceptar rotación. Si desea estabilidad, es un punto positivo que puede traducirse en menos vacantes y menos gestiones a largo plazo.

Tienes animales de compañía

Esta es una pregunta clave por temas de mantenimiento, higiene y convivencia. No todos los pisos son adecuados para mascotas ni tampoco todos los inquilinos desean convivir con ellas. Saberlo de antemano evita sorpresas y permite decidir si se aceptan animales o si se imponen condiciones especiales, como un depósito extra o reglas claras de cuidado. Por supuesto, en caso de no permitirlo debes especificarlo en el contrato.

Aparte de las preguntas para inquilinos te recomendamos estar muy atento a todos los detalles y que tengas en cuenta otras señales que pueden serte realmente útiles para averiguar si tu inquilino es el ideal. Ya lo comentábamos en alguna ocasión, como puedes leer en este artículo, por eso, sin entrar en muchos detalles, te recomendamos que lleves a cabo un estudio de solvencia, que no es otra cosa que la evaluación de la capacidad económica que tiene una persona para hacer frente a los gastos de un alquiler. Por último, sospecha si suceden algunas de las siguientes situaciones:

  • Falta de documentación o reticencia a entregarla.
  • Sus ingresos son insuficientes.
  • Presenta un historial crediticio dudoso.

Cómo alquilar tu vivienda con total tranquilidad

Tanto el cuestionario para elegir inquilino, como las señales para detectar un posible inquilino que incumpla el contrato, son fundamentales para garantizar tu tranquilidad y seguridad a la hora de alquilar una vivienda. Ahora bien, no son infalibles. Aunque no tiene por qué suceder nada, cuantas más precauciones tomes al respecto mejor, puesto que la inseguridad jurídica que sienten los propietarios hoy en día cada vez es mayor. Es por eso que te recomendamos prevenir el impago con una garantía de alquiler seguro, como la que te ofrecemos en SEAG. Con este servicio podrás seguir cobrando aunque tu inquilino deje de pagar, además la garantía indefinida te permitirá recibir tu cuota por parte de SEAG hasta la recuperación del inmueble. En Sociedad Española de Alquiler Garantizado también contarás con protección jurídica integral, para recibir asesoramiento en todo momento y para que nuestro equipo de abogados se encargue de realizar por ti la reclamación, asumiendo los costes del proceso.

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¿Mi inquilino puede cambiar la cerradura del piso de alquiler?

Existen muchas dudas que comparten los propietarios de inmuebles rentados, y una de ellas es la de si es legal cambiar la cerradura del piso en alquiler por parte del inquilino. Y la respuesta, aunque ello te deje sin acceso a la vivienda en lo que dura el contrato, es sí, ya que los inquilinos tienen derechos para hacerlo. A continuación, te explicamos en qué casos es posible y cómo se debe hacer.

Mi inquilino me pregunta si se puede cambiar la cerradura de un piso alquilado, ¿es legal?

Cambiar la cerradura es un derecho que tiene el inquilino para proteger su seguridad y privacidad, siempre que se respeten las condiciones del arrendamiento. Aunque este punto no está regulado explícitamente en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), hay que tener en cuenta los derechos que conceden la posibilidad de hacerlo, como el derecho a la privacidad. El inquilino tiene derecho al uso pacífico y seguro de la vivienda durante el tiempo que dure el contrato. Cambiar la cerradura puede considerarse una medida razonable de protección y privacidad. Si por algún motivo desconfía de que terceras personas puedan tener copia de las llaves (por ejemplo, antiguos inquilinos, trabajadores que hicieron reformas, etc.), puede tomar esa medida para sentirse seguro. Además, si el propietario no entregó la cerradura completamente nueva al inicio del arrendamiento, el cambio puede ser comprensible.

Cambiar cerradura piso alquiler: ¿Me tiene que dar una copia de la llave?

No, no está obligado. Este punto genera muchas dudas y cierta polémica, pero la ley protege el derecho a la intimidad del arrendatario. Si el propietario tuviera una copia sin el consentimiento del inquilino, y entrara sin permiso, estaría cometiendo una infracción grave. Por tanto, el propietario no tiene derecho a tener llaves del inmueble mientras el contrato esté en vigor, salvo que el inquilino lo autorice de forma expresa o ya contara con ellas. En resumen, si el inquilino decide cambiar la cerradura, puede conservar las llaves sin obligación legal de entregar copia, aunque se recomienda una comunicación transparente entre ambas partes para evitar malentendidos.

¿Quién paga la cerradura en un piso de alquiler?

Al hablar sobre el cambio de cerradura en un piso alquilado debes saber que, en principio, el cambio lo paga quien lo solicita, en este caso, el inquilino. Salvo que éste se deba a una avería o defecto no imputable al arrendatario (por ejemplo, una cerradura muy antigua o que ya daba problemas desde el inicio), lo normal es que el inquilino asuma ese coste. Se considera una mejora voluntaria, no una reparación necesaria. Ahora bien, si la cerradura se rompe por desgaste natural o por causas no atribuibles al uso del inquilino, como propietario podrías estar obligado a costear la sustitución, ya que está entre tus responsabilidades mantener el inmueble en condiciones de habitabilidad.

Como propietario, ¿puedo cambiar la cerradura de un piso de alquiler?

No, bajo ninguna circunstancia durante el contrato vigente. El propietario no puede entrar a la vivienda sin autorización ni cambiar la cerradura mientras el inquilino siga teniendo derecho a uso del inmueble. Si lo hiciera, podría incurrir en una infracción muy grave e incluso en un delito. Este punto es esencial: aunque la vivienda pertenezca al arrendador, mientras el contrato esté en vigor, el uso exclusivo corresponde al inquilino, quien disfruta del derecho a la inviolabilidad del domicilio, tal como reconoce la Constitución Española.

Por tanto, si el propietario cambia la cerradura sin consentimiento del inquilino, está invadiendo un espacio privado protegido legalmente, y podría enfrentarse a denuncias por coacción, violación de domicilio entre otras.

Al finalizar el contrato, ¿el inquilino debe reponer la cerradura original?

Este punto no está regulado explícitamente en la LAU, pero sí tiene sentido desde una perspectiva práctica y contractual. Si el inquilino ha cambiado la cerradura durante su estancia, al abandonar la vivienda debería:

  1. Reponer la cerradura original, o
  2. Entregar las llaves de la nueva cerradura al propietario.

Si no lo hace, podría afectar a la devolución de la fianza. Aunque no hay una norma que obligue al inquilino a dejar exactamente la misma cerradura, sí existe la exigencia de entregar la vivienda tal y como se recibió, salvo por el deterioro derivado del uso normal. En la práctica, muchas personas optan por conservar la cerradura original y volver a instalarla antes de marcharse. También puede llegarse a un acuerdo con el propietario si este está conforme con mantener la nueva cerradura.

Cómo proteger tu alquiler

Sabemos que el cambio de cerradura en un piso alquilado por parte del inquilino puede generarte incertidumbre, pero no tiene por qué ser negativo. Como explicábamos a lo largo de este artículo, cambiar la cerradura es un derecho que tiene el inquilino para proteger su seguridad y privacidad, siempre que se respeten las condiciones del arrendamiento. No necesita autorización del propietario ni tiene que entregarte una copia de las llaves, pero sí debe asumir el coste si la sustitución es voluntaria. Ahora bien, si esto te sigue generando desconfianza y sientes la necesidad de proteger tu alquiler, te recordamos que en Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG) podemos ayudarte. Nuestro servicio de garantía indefinida te blinda frente a los impagos de alquiler, de manera que seguirás cobrando tu cuota mes a mes hasta la recuperación del inmueble. Además, este servicio incluye protección jurídica con nuestro equipo de abogados especializados que se ocupará, si fuera necesario, de todos los trámites derivados de la reclamación del impago de alquiler (asumiendo los costes del proceso).

Nuestros servicios también incluyen los daños por actos de vandalismo, con una compensación de hasta 3.000€ (sin imponer franquicias) y protección contra la okupación (durante los 3 meses siguientes tras la finalización de la garantía). Si buscas un alquiler garantizado, tanto para vivienda permanente o de larga duración, como temporal o por habitaciones en SEAG podemos ayudarte. ¡Contacta con nosotros y no te olvides de preguntar por nuestras prestaciones adicionales!

Dividir un piso para obtener más rentabilidad

Dividir un piso en dos puede ser una excelente opción para maximizar el uso del espacio, generar ingresos adicionales y ampliar la oferta de vivienda en el mercado del alquiler, permitiendo que los arrendatarios cuenten con mayor independencia en el que será su nuevo hogar. Ahora bien ¿Es posible dividir un piso en dos sin alterar su situación catastral y registral? ¿Cómo se puede dividir un piso en dos para alquilarlo? Resolvemos todas tus dudas en este artículo.

Ahora bien, si optas por dividir un piso sin alterar su situación catastral y registral, los dos espacios seguirán formando parte de la misma propiedad a efectos legales y fiscales, lo que significa que no tendrás que modificar la escritura ni registrar los cambios (como es lógico, esto implica que no se emiten escrituras individuales para cada unidad). Dividir un piso en dos para alquilar es una opción interesante para los propietarios que no quieren realizar cambios permanentes en la estructura jurídica de la vivienda y se plantean realizar reformas más adelante para unificar los espacios divididos. Ahora bien, si optas por una fórmula como esta es importante que te plantees la posibilidad de contratar un alquiler garantizado, para que puedas disfrutar de la tranquilidad de alquilar tu inmueble con total tranquilidad. En SEAG somos mejores que un seguro de impago de alquiler ya que te damos la posibilidad de seguir cobrando de manera indefinida hasta la recuperación de tu inmueble, cuentas con defensa jurídica ilimitada y protección contra la okupación, entre otras.

¿Se puede dividir un piso en dos para alquilar? Lo que dice la ley

Según la Ley de Propiedad Horizontal y la Ley de Arrendamientos Urbanos no está prohibido dividir físicamente una vivienda para alquilar sus partes por separado sin alterar su situación registral y catastral, pero sí existen condiciones legales y limitaciones relevantes. En caso de tener que realizar obras de cierta envergadura deben cumplirse ciertos requisitos urbanísticos y registrales, como por ejemplo:

  • Autorización administrativa y licencia de obra del Ayuntamiento donde se ubique el inmueble.
  • Cumplimiento de las condiciones de habitabilidad y superficie mínima.

Antes de dividir un piso para alquilarlo por partes, es imprescindible obtener las licencias de obra del Ayuntamiento correspondiente, ya que las reformas que afecten la distribución interior (como añadir tabiques, baños o cocinas) puede requerir autorización administrativa. Además, cada unidad debe cumplir con las normativas mínimas de habitabilidad, incluyendo superficie, ventilación, luz natural y dotación de servicios básicos, según la legislación autonómica y local aplicable en cada caso. También es fundamental revisar el reglamento de la comunidad de propietarios, ya que puede haber restricciones sobre modificaciones de la vivienda o respecto a los alquileres permitidos en este tipo de viviendas. Ten en cuenta, no obstante, que la comunidad de propietarios podría oponerse si la actividad provoca molestias, altera el uso del inmueble o infringe los estatutos.

Cómo dividir piso en dos para alquilar, pasos a seguir

Ahora que ya sabes que se puede dividir un piso en dos y los requisitos que se deben reunir para hacerlo, es importante que conozcas cuáles podrían ser algunos de los pasos a seguir, para facilitarte el camino.

1. Consulta con un arquitecto

Antes de iniciar cualquier reforma, contacta con un arquitecto. Este profesional evaluará si la división es viable técnica y legalmente, verificará que cada unidad cumpla con los requisitos de habitabilidad y te ayudará a diseñar el proyecto de obra conforme a la normativa.

2. Solicita las licencias de obra al Ayuntamiento

Se puede dividir un piso en dos sin alterar su situación catastral y registral, pero en alguno de los casos debes presentar el proyecto ante el Ayuntamiento correspondiente para obtener las licencias correspondientes. Dependiendo de la complejidad de la reforma, necesitarás una licencia de obra menor o mayor. Asegúrate también de que las dos unidades cumplan con las condiciones mínimas de habitabilidad exigidas para su uso como vivienda

3. Ejecuta las modificaciones necesarias

Una vez concedidas las licencias así como los permisos que correspondan, realiza las obras para dividir físicamente el piso. Esto suele incluir levantar nuevas paredes, instalar cocinas y baños independientes, y adaptar las instalaciones eléctricas y de fontanería a las nuevas configuraciones.

4. Configura los suministros

Al no haberse realizado ninguna modificación catastral ni registral, los suministros seguirán asociados a una sola unidad. Puedes instalar contadores individuales para repartir el consumo de agua, luz o gas, aunque esto conlleva un coste adicional. Si no se instalan, establece en los contratos cómo se dividirán los gastos entre los inquilinos, en este último supuesto debe quedar muy clara la distribución y el cálculo a realizar para evitar discrepancias entre las partes.

5. Redacta contratos de alquiler independientes

Aunque la vivienda siga siendo una única unidad registral, puedes formalizar contratos separados para cada unidad. Es importante que cada contrato detalle claramente qué parte de la vivienda alquila cada inquilino, así como las condiciones específicas, el uso compartido de espacios comunes (si los hay) y la gestión de suministros y servicios. En estos casos siempre es recomendable añadir un anexo a cada contrato con un plano de la vivienda donde se especifique qué parte del inmueble corresponde a cada arrendatario así como la distribución de las zonas comunes.

Piscina de la comunidad: ¿Pueden hacer uso de ella los inquilinos?

Uno de los mayores atractivos para quienes alquilan una vivienda o habitación puede ser el derecho de uso de la piscina comunitaria, así como otros espacios comunes, si es que los posee el edificio o urbanización donde se ubica la vivienda. Sin embargo, suelen surgir muchas dudas entorno a su utilización y los derechos de los inquilinos en zonas comunes, generando incluso discusiones con algún vecino. Para evitar que esto suceda, en este artículo respondemos a las dudas más frecuentes consultando lo que dice la Ley de Propiedad Horizontal y la Ley de Arrendamientos Urbanos. ¡Vamos a ello!

Ley Propiedad Horizontal – piscinas comunitarias: ¿Pueden usarlas los inquilinos?

Las piscinas comunitarias se consideran un servicio o instalación común de interés general. La Ley no prohíbe el uso de estos espacios por parte de los inquilinos; por el contrario, en ausencia de disposiciones opuestas en los estatutos o acuerdos específicos de la comunidad, el uso está permitido. El arrendamiento de una vivienda transmite el derecho de uso sobre los elementos comunes, por lo que los arrendatarios pueden hacer uso de la piscina en igualdad de condiciones que los propietarios, por supuesto, siempre que respeten las normas de convivencia establecidas. Hay que tener en cuenta que la comunidad de propietarios tiene la facultad de establecer normas internas para regular el uso de las zonas comunes, incluida la piscina. Estas normas pueden establecer horarios, aforos, condiciones de higiene, medidas de seguridad y limitaciones de uso razonables, siempre que no vulneren los derechos fundamentales de disfrute de quienes legalmente ocupan los inmuebles.

¿Quién puede usar la piscina comunitaria según Ley Arrendamientos Urbanos?

La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), por otro lado, no prohíbe ni limita el uso de zonas comunes como la piscina comunitaria por parte de los inquilinos en su versión consolidada. Aunque la referida Ley no menciona específicamente el uso de piscinas, sí establece que el arrendatario, como ocupante legítimo de la vivienda, adquiere los mismos derechos de uso que el propietario respecto a los elementos comunes del inmueble, salvo que se haya pactado lo contrario en el contrato de arrendamiento o esté restringido en los estatutos de la comunidad. La base legal para este entendimiento no se encuentra de forma literal en un único artículo, sino que deriva del principio general por el cual el arrendatario se subroga en los derechos de uso que tiene el propietario respecto a la vivienda y sus anejos, incluyendo las zonas comunes, como jardines, portales, zonas recreativas y piscinas, siempre que estas formen parte del inmueble arrendado y no exista limitación estatutaria o contractual.

Por lo tanto, si bien la LAU no menciona la piscina comunitaria de forma expresa, se entiende que el derecho de uso de estos espacios es inherente a la posesión legítima del inmueble, en tanto no haya una cláusula que lo prohíba. Esta interpretación se complementa con la Ley de Propiedad Horizontal, en cuyo artículo 9.1.a se obliga a todos los ocupantes (propietarios o inquilinos) a hacer un uso adecuado de las zonas comunes, lo cual reconoce de forma implícita su derecho a usarlas.

¿Entonces, por qué no me dejan usar la piscina de la comunidad?

Aunque ya hemos visto que en ambos casos no existe un artículo o mención específica a que se prohíba su uso a los inquilinos, puede haber una excepción. En el marco de la Ley de Propiedad Horizontal en España los inquilinos tienen derecho a disfrutar de las zonas comunes del inmueble, como jardines, pasillos, azoteas, y también piscinas comunitarias, salvo que exista una disposición expresa en los estatutos de la comunidad que lo prohíba, no es usual. Este principio parte de la naturaleza de los elementos comunes, cuyo uso y disfrute están vinculados a cada unidad privativa, sea ésta ocupada por el propietario o por un arrendatario. Por lo tanto, para que se limite o prohíba este uso, dicha medida debe estar recogida en los estatutos o haber sido aprobada válidamente en junta de propietarios, con las mayorías requeridas por ley. Sin una base legal específica, cualquier limitación del uso de la piscina a los inquilinos podría ser considerada discriminatoria o contraria al régimen de propiedad horizontal.

Lo más recomendable para los inquilinos, si tienen dudas sobre el uso de una piscina comunitaria, es revisar los estatutos de la comunidad y, en su caso, consultar con el propietario de la vivienda o el administrador de la finca para confirmar si existen restricciones específicas. En ausencia de estas, tendrán el pleno derecho a disfrutar de la instalación con el mismo compromiso que cualquier otro vecino respecto a su cuidado y correcto uso.

Los derechos de los inquilinos sobre las zonas comunes

Los arrendatarios (inquilinos) están obligados a utilizar las zonas comunes de forma adecuada y sin causar daños o molestias a la comunidad. La Ley de Propiedad Horizontal establece que todos los usuarios del inmueble, incluidos los inquilinos, deben respetar las instalaciones generales y demás elementos comunes, evitando causar desperfectos y manteniendo una conducta que no perjudique a otros vecinos. Ahora bien, si un arrendatario realiza actos que vulneren la normativa interna, provocan molestias continuadas o utilizan de forma indebida las zonas comunes, la comunidad de propietarios puede solicitar al propietario del inmueble que tome medidas. En casos más  graves y excepcionales, la comunidad tiene la facultad de emprender acciones judiciales que podrían culminar con la privación del uso de la vivienda al inquilino infractor. Cabe destacar también que el inquilino, al no ser propietario, no tiene derecho a voto en las juntas de la comunidad.

En SEAG te ofrecemos un servicio de asesoramiento jurídico para que puedas estar informado sobre esta y otras muchas cuestiones relacionadas con el alquiler, además —por supuesto— de nuestra protección frente al impago, que te permitirá alquilar de forma tranquila y segura. Conócenos y descubre por qué en Sociedad Española de Alquiler Garantizado somos tu mejor alternativa frente a los seguros de alquiler. Con SEAG tienes todas las prestaciones que necesitas:

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10 consejos efectivos para aumentar el valor de tu vivienda y obtener la máxima rentabilidad

En el momento de poner una vivienda en alquiler todo el mundo desea recuperar su inversión cuanto antes, así como amortizarla para obtener un ingreso extra que, en el caso de muchos propietarios, puede llegar a ser el sustento principal de la unidad familiar. Sea por la razón que sea, es fundamental aplicar una serie de estrategias inteligentes para aumentar el valor del inmueble, mejorar su atractivo para los futuros inquilinos y obtener la máxima rentabilidad, acorde a los precios del mercado. En este artículo te explicamos varios consejos a tener en cuenta. ¡Vamos a ello!

Aumentar valor vivienda: consejos y recomendaciones

Aumentar el valor de una vivienda y mejorar su rentabilidad en alquiler no requiere necesariamente de una gran inversión, sino de una combinación de planificación, conocimiento del mercado y atención al detalle. Al aplicar los consejos que ofrecemos a continuación, no solo estarás incrementando el valor económico de tu propiedad, sino que también proporcionarás una mejor experiencia para quienes la habitan.

Reforma de la cocina y el baño

Las cocinas y los baños son los espacios que más influyen en la percepción de valor de una vivienda. No siempre es necesario hacer una reforma integral: cambiar grifería, actualizar los electrodomésticos, instalar una encimera moderna o pintar los azulejos puede transformar estos ambientes sin un gran gasto. Una cocina funcional y un baño con acabados actuales dan la sensación de vivienda cuidada y lista para entrar a vivir. De hecho, una buena estrategia para revalorizar un piso de alquiler puede aumentar el precio del inmueble desde un 10% hasta un 60%, y en este vídeo puedes conocer algunos de los aspectos más importantes:

La eficiencia energética y el valor de una vivienda

Los inquilinos buscan viviendas equipadas y listas para entrar a vivir, pero también que les permitan ahorrar en costes de energía, de ahí la importancia de mejorar la eficiencia energética. Esto es algo que puedes hacer instalando ventanas con doble acristalamiento para mejorar el aislamiento térmico o incorporando electrodomésticos eficientes, que reducirán el consumo energético. Incluso pequeñas acciones, como cambiar a luces LED o instalar un termostato inteligente, suman puntos.

Optimiza la distribución de los espacios para aumentar el valor de tu vivienda

Si la vivienda tiene una distribución anticuada o poco funcional conviene estudiar cómo aprovechar mejor cada metro cuadrado. A veces, tirar un tabique o cambiar la ubicación de una puerta puede abrir el espacio y hacerlo más habitable. En el caso de viviendas pequeñas, apostar por muebles multifuncionales o soluciones de almacenamiento integradas puede mejorar la sensación de amplitud.

Cuida los acabados y la estética general

Pintar paredes en tonos neutros, renovar el suelo (con vinilo, tarima flotante o incluso alfombras modernas) y reparar humedades o desperfectos son acciones que aumentan el valor visual de la vivienda. Un buen mantenimiento transmite confianza y puede justificar un alquiler más alto. La primera impresión importa, y mucho.

Apuesta por el mobiliario adecuado (si es alquiler amueblado)

Si ofreces la vivienda amueblada, elige piezas funcionales, duraderas y estéticamente agradables. Evita sobrecargar los espacios con muebles innecesarios. Un diseño sencillo pero acogedor puede hacer que el inquilino se imagine viviendo allí desde el primer momento. Además, un mobiliario bien seleccionado permite destacar mejor el potencial del espacio en las fotografías del anuncio.

Incluye servicios o equipamiento que agregue valor

El lavavajillas, el aire acondicionado, la calefacción eficiente, el sistema de domótica, la fibra óptica o incluso electrodomésticos de gama media-alta pueden hacer que tu vivienda destaque frente a otras similares. Invertir en estos elementos puede traducirse en un alquiler mensual más elevado y una mayor demanda.

El valor de una vivienda y su entorno exterior

Si la vivienda cuenta con balcón, terraza, patio o jardín, no dejes de lado estos espacios. Una zona exterior bien cuidada y decorada puede ser un gran diferenciador. Añadir plantas, mobiliario sencillo para exterior o iluminación cálida puede convertirlo en un rincón deseado por los inquilinos.

Fotografías profesionales para el anuncio

Aunque no se trata de una mejora física de la vivienda como tal, contar con un anuncio bien hecho y con fotografías profesionales puede aumentar significativamente el número de visitas. Una buena presentación online es clave para atraer al inquilino ideal y reducir los periodos de vacancia. Muestra los espacios limpios, bien iluminados y desde ángulos amplios.

Conoce el mercado y ajusta el precio según el valor añadido

Después de realizar mejoras, analiza los precios de viviendas similares en la zona y ajusta el alquiler en función del valor adicional que ofreces. Una propiedad con mejor eficiencia energética, más equipada y con mejor estética puede posicionarse en la parte alta del mercado sin perder competitividad.

Invierte en mantenimiento preventivo

Y por último, pero no menos importante, evita que pequeños problemas se conviertan en grandes gastos. Realiza revisiones periódicas del sistema eléctrico, la fontanería, los electrodomésticos y el estado general de la vivienda. Tener una propiedad bien mantenida no solo evita costos inesperados, sino que también mejora la experiencia del inquilino, lo que puede traducirse en mayor fidelidad y menor rotación.

Cómo saber el valor de una vivienda

Para determinar el valor real de una vivienda existen diferentes métodos que se pueden emplear según el nivel de precisión deseado. Uno de los más accesibles es consultar el valor de referencia proporcionado por el Catastro, que ofrece una orientación oficial basada en parámetros como la ubicación, superficie y características del inmueble. No obstante, para una estimación más ajustada al mercado actual, es recomendable comparar precios de inmuebles similares en portales inmobiliarios, lo que permite tener una idea del valor comercial real. Además, muchas de estas plataformas ofrecen herramientas online de tasación automática que, si bien no sustituyen una valoración profesional, pueden servir como punto de partida útil. Si se busca una valoración precisa, sobre todo de cara a una operación de alquiler con garantías, lo ideal es contratar una tasación profesional realizada por un técnico homologado. Esta valoración tiene en cuenta tanto los elementos físicos del inmueble como su contexto urbano, su estado de conservación y la demanda en la zona, proporcionando así una base sólida para fijar un precio de alquiler competitivo y realista.

Una vez que se conozca el valor de la vivienda y se haya establecido un precio de alquiler acorde al mercado, es fundamental proteger esa inversión y asegurar ingresos estables. Para ello, contar con el respaldo de SEAG (Sociedad Española de Alquiler Garantizado) es una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar como propietario. En SEAG ofrecemos soluciones que garantizan el cobro puntual de las rentas en caso de impago, lo que aporta tranquilidad y estabilidad financiera. Además, nuestros servicios incluyen asistencia jurídica, protección frente a la okupación y cobertura por daños ocasionados por actos de vandalismo de hasta 3.000, reduciendo riesgos y optimizando la rentabilidad del inmueble.

Alquilar es una excelente forma de sacar partido a una propiedad, pero hacerlo con garantías marca la diferencia. Conocer el valor real del inmueble y apoyarse en herramientas como SEAG te permite alquilar con confianza, minimizar imprevistos y maximizar beneficios. ¿A qué estás esperando?

¿Se puede pagar el alquiler en efectivo? ¿Es legal?

Uno de los aspectos más importantes en un contrato de arrendamiento es la forma en la que se paga la renta. En muchos casos, tanto arrendadores como arrendatarios se preguntan si se puede pagar un alquiler en efectivo, y si esta práctica está regulada por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). La respuesta es sí, pero con condiciones específicas que debes conocer. Te las explicamos, a continuación.

¿Se puede pagar el alquiler en efectivo? Lo que dice la Ley 12/2023

Es muy común entre los propietarios de inmuebles tener dudas sobre la legalidad de recibir el alquiler en efectivo por parte de los inquilinos. Igual que viceversa, es decir, si se puede obligar a los inquilinos a pagar en efectivo. Es por eso que en este artículo te ayudamos a resolver todas tus dudas sobre este tema. Para ello nos fijamos en la Ley 12/2020, de 24 de mayo, por el derecho a la vivienda que nos dice que sí. Según el documento oficial es posible pagar un alquiler en efectivo de manera excepcional. ​ Esto aplica cuando alguna de las partes carezca de cuenta bancaria o acceso a medios electrónicos de pago. ​ En ese caso, el pago en efectivo puede realizarse a solicitud de la parte interesada y debe efectuarse en la vivienda arrendada. ​

Pagar alquiler en efectivo según la Ley de Arrendamientos Urbanos

La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) nos ofrece también una respuesta al respecto. En concreto, en el artículo 17.3 de la LAU (Ley 29/1994) que establece lo siguiente: “El pago se efectuará a través de medios electrónicos. Excepcionalmente, cuando alguna de las partes carezca de cuenta bancaria o acceso a medios electrónicos de pago y a solicitud de esta, se podrá efectuar en metálico y en la vivienda arrendada”. Es decir, la ley prioriza el uso de medios electrónicos (como transferencias bancarias, domiciliaciones, bizum…) para garantizar trazabilidad y seguridad en las transacciones. No obstante, permite el pago en efectivo en situaciones excepcionales, cuando el arrendador o el inquilino no dispongan de cuenta bancaria o acceso a medios electrónicos. Este pago en metálico debe hacerse en el domicilio alquilado y a petición de la parte interesada.

¿Cómo debe realizarse el pago del alquiler en efectivo?

La LAU también establece en el artículo 17.4 que el arrendador está obligado a entregar un recibo que acredite el pago, salvo que se haya pactado una forma alternativa de comprobación (como puede ser una transferencia bancaria con justificante). El recibo debe detallar los importes pagados por cada concepto (renta, gastos, etc.) y debe indicar claramente la renta en vigor. Si el arrendador no entrega el recibo, deberá asumir todos los gastos que se generen para que el inquilino pueda demostrar que ha pagado. Ahora bien, aunque la LAU permite el pago en efectivo en ciertos casos, es importante tener en cuenta la Ley 11/2021 de medidas contra el fraude fiscal que establece límites en los pagos en metálico:

  • En operaciones entre particulares y empresas o autónomos, el límite máximo de pago en efectivo es de 1.000 euros.
  • Si ambas partes son particulares y residentes fiscales en España, el límite asciende a 2.500 euros.

Por tanto, aunque la LAU lo permita, un alquiler superior a 1.000 € no puede pagarse legalmente en efectivo si el arrendador actúa como profesional o empresario, algo común en el caso de inmobiliarias, fondos o grandes tenedores.

En base a todo esto, ¿se puede especificar en el contrato el pago del alquiler en efectivo?

De las normas vigentes en materia de vivienda y de alquiler extraemos las siguientes conclusiones:

  • La norma general es que el pago se haga por medios electrónicos (transferencia bancaria, domiciliación, bizum, etc.).
  • Solo de forma excepcional se permite el pago en efectivo, pero únicamente si lo solicita la parte que no tiene acceso a medios electrónicos (ya sea el inquilino o el arrendador).
  • No puede imponerse el pago en efectivo por contrato, porque eso iría en contra del principio general establecido por la ley.

Por lo tanto, un propietario no puede obligar al inquilino a pagar en efectivo y, por el contrario, tampoco está obligado a recibirlo en metálico. Si ambos tienen acceso a medios electrónicos, el pago debe hacerse por esa vía. Solo si uno de los dos no tiene acceso a esos medios y así lo solicita, se puede permitir el pago en metálico, y debe realizarse en la vivienda alquilada.

¿Qué es más aconsejable, efectivo o transferencia para pagar el alquiler?

Ahora que ya sabes que sí se puede pagar un alquiler en efectivo en casos puntuales, queremos ayudarte a salir de dudas y explicarte cuál es la mejor opción. Hay que tener en cuenta que, desde un punto de vista práctico y legal, no es lo más aconsejable. Aunque pueda parecer más sencillo para algunas personas, el efectivo dificulta la trazabilidad del pago y puede generar conflictos o problemas legales en caso de desacuerdo, tal y como puedes ver en el siguiente vídeo:

El pago por medios electrónicos deja constancia clara y verificable, tanto para el arrendador como para el arrendatario. Además, es más seguro y se ajusta a la normativa fiscal vigente, especialmente en un contexto de lucha contra el fraude y la economía sumergida. Además, en Sociedad Española de Alquiler Garantizado recomendamos siempre que el pago se realice en transferencia, para una mayor protección y tranquilidad del propietario ya que, en caso de sufrir un impago de alquiler, será mucho más sencillo demostrar ante un juez que el inquilino ha dejado de pagar. Nuestro servicio de garantía indefinida para proteger tu alquiler contra los impagos incluye, así mismo, la protección jurídica para reclamarlo en la vía judicial. Contamos con un equipo de abogados especializados que se encargará de todos los trámites. Además, asumimos todos los gastos de Procurador, notificaciones, poderes notariales y tasas judiciales. ¿Quieres más información sobre nuestros servicios? Contacta con nosotros sin compromiso.

¿Hay que cambiar la titularidad de los suministros en un alquiler?

Cuando se firma un contrato de alquiler, tanto propietarios como inquilinos deben acordar una serie de aspectos clave para el correcto funcionamiento de la vivienda y que haya una relación cordial a futuro. Uno de los puntos más importantes es la gestión de los suministros, como la luz, el agua, el gas e incluso el internet. Surgen entonces dos preguntas frecuentes: ¿Es obligatorio hacer un cambio de titularidad de los suministros en la vivienda a nombre del inquilino? y ¿Quién debe pagar el alta de los servicios en caso de que no estén contratados? En este artículo analizamos estas cuestiones desde el punto de vista legal y práctico, entre otras cuestiones de interés. ¡Vamos a ello!

Cambio titularidad suministros alquiler: ¿El inquilino debe cambiarlo a su nombre?

Lo primero de todo es aclarar que la ley no establece de manera explícita que sea obligatorio cambiar la titularidad de los suministros al nombre del inquilino. Sin embargo, en la práctica, es lo más recomendable tanto para el propietario como para el arrendatario. Cuando los suministros permanecen a nombre del propietario, este sigue siendo el responsable del pago de las facturas. Aunque se puede acordar que el inquilino abone el importe correspondiente, pueden surgir problemas en caso de impagos, ya que la compañía suministradora reclamará la deuda al titular del contrato. Por ello, lo más habitual es que el contrato de alquiler especifique que el inquilino debe cambiar la titularidad de los suministros a su nombre. Esto le otorga un mayor control sobre su consumo y evita que el propietario asuma riesgos innecesarios.

Además, el proceso es muy sencillo. Si los suministros ya están dados de alta, simplemente hay que cambiar la titularidad, lo cual es gratuito y solo requiere contactar con la compañía correspondiente. En este caso, no hay costes adicionales para ninguna de las partes.

Ventajas de cambiar la titularidad de suministros

No es obligatorio por ley que el inquilino cambie la titularidad de los suministros a su nombre, pero hacerlo es lo más recomendable para evitar problemas y asegurar que cada parte asuma su responsabilidad. Entre las principales ventajas, tanto para propietarios, como para inquilinos destacan las siguientes:

  • El inquilino tiene control total sobre sus facturas y puede elegir la tarifa que mejor se adapte a sus necesidades.
  • El propietario se libera de la responsabilidad de posibles impagos.
  • Se evitan disputas entre ambas partes en relación con los costes de los suministros.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que puede haber excepciones y no siempre es lo más aconsejable el cambio de titularidad de suministros. En alquileres de corta duración o en viviendas con suministros centralizados (por ejemplo, agua caliente comunitaria en algunos edificios), puede ser más conveniente que los suministros sigan a nombre del propietario y se incluyan en la renta o se abonen mediante un acuerdo entre las partes.

¿Quién paga el alta de suministros en un alquiler?

Suele ser habitual dar de baja los suministros de una vivienda si esta permanece durante mucho tiempo cerrada, para evitar los gastos antes de ser alquilada. Ahora bien, según indica la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en el momento de alquilar el propietario está obligado a dar de alta los suministros de la vivienda.

Cómo hacer la cláusula de suministros en el contrato de alquiler

Para evitar malentendidos y posibles conflictos entre propietario e inquilino, es recomendable que el contrato de alquiler especifique claramente:

  • Quién será el titular de los suministros: Se debe indicar si los contratos de luz, agua y gas estarán a nombre del inquilino o si permanecerán a nombre del propietario.
  • El método de pago de los suministros: Se debe aclarar si el inquilino pagará las facturas directamente a la compañía suministradora, si abonará un importe fijo al propietario junto con la renta o si pagará los suministros aparte al propietario.

Negociar estos aspectos con antelación y dejar constancia en el contrato evitará disputas y garantizará una convivencia más tranquila entre ambas partes. Además, en SEAG te recomendamos siempre que en el momento de alquilar lo hagas con seguridad, para que en caso de enfrentarte a un impago de alquiler no tengas problemas. El servicio de garantía indefinida de SEAG brinda protección frente a los impagos hasta la recuperación del inmueble, además de protección jurídica por abogados especializados para la reclamación del impago (con gastos incluidos), daños por actos de vandalismo hasta 3.000 euros y protección contra la okupación (durante los 3 meses siguientes tras la finalización de la garantía de alquiler). ¡Contáctanos para más información!

El inquilino me ha dado de baja los suministros: ¿Ahora qué?

No suele ser habitual que un inquilino dé de baja los suministros, puesto que en la mayoría de los casos bastará con volver a solicitar un cambio de titularidad a nombre del propietario. El procedimiento habitual en los casos en los que los suministros están al nombre de un inquilino que no va a renovar el contrato de alquiler es contactar con las compañías, en concreto con la de luz, gas y agua, para averiguar cuál es la situación y si existen deudas. En caso afirmativo, el inquilino tendrá que abonarlas o en su caso se descontarán de la fianza y, en caso negativo, proceder al cambio de titularidad. Ahora bien, aunque no suele ser habitual, es posible que el inquilino haya dado de baja algunos servicios —lo cual es complicado porque no tiene capacidad jurídica para hacerlo—, en ese caso tendrás que retener la fianza puesto que volver a darlos de alta tiene un coste y este, por ejemplo en el caso de la luz, no se verá reflejado hasta la primera factura.

Es importante aclarar, así mismo, que para saber si los suministros han sido dados de baja es necesario identificarse con el DNI y con el CUPS (Código Universal de Punto de Suministro).

Principales estafas en alquileres de pisos y cómo evitarlas (vídeo)

El sector del alquiler en España se enfrenta a una problemática cada vez más común: las estafas. Estas prácticas fraudulentas afectan tanto a propietarios, como a inquilinos ya que generan desconfianza en un mercado esencial para miles de personas. En este artículo te explicamos cuáles son las principales estafas en el alquiler de pisos, su impacto en el mercado y cómo alquilar un piso sin ser estafado. ¡Sigue leyendo para más información!

Principales formas de estafa en el alquiler de pisos

Una de las formas más comunes de fraude consiste en la falsificación de documentos. Tal y como explica el CEO de SEAG Pedro Bretón muchos inquilinos presentan documentos manipulados para aparentar solvencia económica que en realidad no tienen. Esto incluye nóminas, declaraciones de la renta y contratos laborales falsificados. Ahora bien, la problemática de las estafas no solo afecta a los arrendadores, también a los arrendatarios, ya que también existen falsos propietarios que alquilan inmuebles que no les pertenecen, llegando incluso a mostrar documentos de titularidad falsos o suplantando la identidad del verdadero arrendatario.

Otra práctica de estafa en alquiler alarmante, y que está generando serios problemas en el mercado, es la publicación de anuncios de alquiler fraudulentos. Bretón menciona que estos anuncios suelen ofrecer precios inusualmente bajos o condiciones demasiado atractivas para captar a personas en situación de urgencia. En algunos casos, los estafadores solicitan transferencias bancarias como adelanto para reservar el inmueble y, tras recibir el dinero, desaparecen sin dejar rastro.

Estafas pisos alquiler: su impacto en el mercado

Estas prácticas no solo afectan económicamente a las víctimas, sino que también generan un clima de desconfianza en el mercado. Los propietarios temen alquilar sus inmuebles, mientras que los inquilinos, especialmente los que buscan una vivienda por primera vez, sienten inseguridad al no saber en quién confiar. Bretón hace hincapié, así mismo, en cómo los problemas de estafas pueden tener consecuencias legales y financieras graves para ambas partes. Los propietarios pueden enfrentarse a procesos largos y costosos para desalojar a inquilinos fraudulentos o recuperar el dinero perdido. Mientras tanto, los inquilinos estafados, además de perder dinero, suelen quedarse sin una vivienda y con pocas alternativas inmediatas.

Esto complica aún más un sector ya de por sí saturado y competitivo, aunque en este sentido resulta fundamental la labor de las inmobiliarias. Por un lado, por la investigación de la solvencia de los inquilinos y la posibilidad de consultar los ficheros de morosos, brindando tranquilidad a los propietarios; y, por otro lado, por la confianza que proporcionan a los inquilinos en el momento de encontrar una vivienda real que se adapte a sus necesidades.

¿Cómo alquilar un piso sin ser estafado? Consejos para propietarios e inquilinos

La educación resulta clave a la hora de evitar un alquiler con estafa. Es imprescindible conocer cuáles son las señales de alerta más comunes en el mercado del alquiler y la información es la mejor herramienta para prevenirlo. Tanto propietarios como inquilinos deben dedicar tiempo a investigar y verificar toda la información antes de comprometerse. Además, SEAG también busca contribuir a esta educación a través de campañas informativas, asesorías personalizadas y herramientas en línea que faciliten la toma de decisiones informadas. Es por ello que Pedro Bretón ofrece una serie de recomendaciones tanto para propietarios como para inquilinos, con el objetivo de prevenir dichos fraudes.

Consejos para evitar estas en el alquiler de piso para propietarios

En primer lugar, se debe realizar una verificación exhaustiva de documentos. Esto incluye la solicitud de documentos originales como nóminas, contratos laborales y declaraciones de la renta. Además, recomienda cruzar la información proporcionada con la vida laboral del inquilino para asegurarse de que su situación laboral es real y estable. Otra medida es la de realizar un análisis financiero. Para ello, se debe revisar la solvencia económica del inquilino verificando que los ingresos mensuales sean suficientes para cubrir el alquiler. Por último, recomienda el apoyo profesional.Aconseja contar con inmobiliarias, pero también con empresas especializadas, como SEAG, que ofrecen servicios de garantía y análisis de riesgos para minimizar posibles problemas.

Consejos para prevenir las estafas en pisos de alquiler para inquilinos

En el caso de los inquilinos lo más importante es confirmar la titularidad del inmueble. Esto puede comprobarse solicitando nota simple del Registro de la Propiedad para verificar que la persona que alquila el inmueble es realmente el propietario. Así mismo, recomienda prestar atención a los anuncios sospechosos para poder identificarlos fácilmente. Hay que evitar ofertas que parezcan demasiado buenas para ser ciertas, como precios muy bajos o condiciones poco claras. Por último, se deben realizar siempre transacciones seguras, nunca pagos en efectivo o transferencias a cuentas bancarias no verificadas sin haber firmado un contrato formal previamente. Bretón subraya, por otro lado, la importancia de mantenerse informado sobre los derechos y responsabilidades tanto del arrendador como del arrendatario para evitar malentendidos y posibles conflictos legales.

El papel de SEAG en la protección del alquiler

SEAG se presenta como una solución integral para mitigar los riesgos asociados al alquiler. Nuestra compañía ofrece servicios de análisis de riesgos, garantía de impagos y asesoramiento legal, lo que permite a propietarios e inquilinos tener mayor tranquilidad. Uno de los servicios destacados es la garantía de pago, que asegura a los propietarios el cobro de la renta incluso en caso de que el inquilino no cumpla con sus obligaciones. Además, en Sociedad Española de Alquiler Garantizado realizamos verificaciones exhaustivas de la documentación presentada por los inquilinos, detectando posibles fraudes antes de que se formalice el contrato. Este enfoque proactivo ayuda a reducir significativamente los riesgos para los propietarios.

Gracias a los servicios especializados de compañías como la nuestra y a la implementación de medidas preventivas, es posible minimizar los riesgos y garantizar una experiencia de alquiler segura y satisfactoria. La clave está en la información, la verificación y el apoyo de profesionales que comprendan las complejidades del sector. Con estas herramientas, tanto propietarios como inquilinos pueden protegerse y contribuir a un mercado más transparente y confiable.