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¿Qué es un contrato de alquiler blindado?

En el momento de alquilar una vivienda es fundamental contar con las máximas medidas de seguridad para evitar sorpresas a futuro, y una de las estrategias más recomendadas y efectivas, además de la garantía del alquiler de SEAG, es la de redactar un contrato de alquiler blindado. Ahora bien, exactamente ¿Qué es? ¿Cómo podemos hacer un contrato de alquiler blindado? ¡Sigue leyendo para informarte al detalle!

¿Qué es un contrato blindado?

El contrato blindado es un modelo de arrendamiento diseñado para otorgar la máxima protección legal y económica al propietario de una vivienda. A diferencia de un contrato de alquiler estándar, este tipo de acuerdo incorpora cláusulas adicionales que refuerzan la seguridad en caso de impago, daños al inmueble o incumplimiento por parte del inquilino. La acción de blindar contrato significa ir más allá de las condiciones básicas previstas en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). El objetivo es anticiparse a posibles riesgos y establecer, desde el inicio, un marco jurídico sólido que respalde al propietario. En la práctica, un contrato de alquiler blindado no solo detalla las obligaciones del arrendatario, sino que también incluye medidas específicas para asegurar el cobro de la renta y la defensa de los intereses del arrendador.

Hoy en día, ante el aumento de la morosidad y las situaciones de okupación en España, son muchos los dueños de inmuebles que buscan cómo blindar un contrato de arrendamiento. Este tipo de contrato se ha convertido en una herramienta imprescindible para quienes desean alquilar con tranquilidad, sin renunciar a la rentabilidad de su inversión.

Cómo blindar un contrato de arrendamiento

La pregunta de muchos propietarios es clara: ¿cómo blindar un contrato de arrendamiento? Y la respuesta se encuentra en la combinación de cláusulas reforzadas y garantías complementarias que van más allá de las fórmulas habituales. En primer lugar, el contrato debe detallar con precisión aspectos como la renta, la duración, el destino del inmueble y las obligaciones de conservación. Además, es recomendable incluir cláusulas sobre el uso exclusivo de la vivienda, prohibición de cesión o subarriendo sin consentimiento y penalizaciones en caso de incumplimiento.

Otro aspecto esencial al blindar contratos es la inclusión de garantías adicionales. La fianza legal de un mes rara vez resulta suficiente, por lo que se pueden exigir depósitos adicionales, avales bancarios o la contratación de un servicio especializado que garantice el cobro de las mensualidades. El propietario también puede reforzar la protección mediante la incorporación de cláusulas específicas relacionadas con el impago. Por ejemplo, establecer plazos reducidos para la reclamación, pactar el abono de intereses de demora y habilitar la resolución automática del contrato en caso de falta de pago.

En resumen, blindar un contrato de arrendamiento significa diseñar un documento adaptado a los riesgos actuales, donde cada detalle queda cuidadosamente regulado. En este sentido, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos, antes de firmar y durante la vigencia del contrato.

Aspectos a considerar antes del contrato de alquiler blindado

Previo a la firma del contrato, se deberá tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Tener claro el tipo de contrato que se quiere realizar, es decir, si será un alquiler de vivienda habitual o alquiler de temporada. Su régimen jurídico es diferente. 
  • Comprobar la solvencia del inquilino, solicitando las últimas nóminas y declaraciones de renta. 
  • Si son varios inquilinos, incluirlos a todos en el contrato de alquiler, como arrendatarios. En caso de impago, el arrendatario podrá reclamar a cualquiera por el total de la deuda. 
  • Solicitar una garantía adicional, a añadir a la fianza obligatoria, mediante una transferencia bancaria. 

Aspecto a considerar después de blindar el contrato

Ya durante el alquiler, se recomienda tener en cuenta lo siguiente:

  • Regularizar las garantías al igual que puede regularizarse el precio del alquiler. Es decir, si se aumenta la renta mensual se puede aumentar la fianza en la misma proporción.
  • No aceptar compensaciones. Es habitual que el inquilino solicite no pagar los últimos meses del alquiler con cargo a la fianza o garantía depositada. Si se acepta esta compensación puede que el propietario se encuentre con desperfectos o deudas y deba reclamarlas en vía judicial.
  • El arrendador puede incluir una cláusula en el contrato en la que se indique que el arrendatario deberá suscribir un seguro del hogar que cubra contenido y responsabilidad civil, aunque la ley no lo exige.

Contrato blindado: ejemplo para propietarios

Para entender mejor cómo funciona, podemos ver un ejemplo de contrato blindado. Imaginemos que un propietario alquila un piso en Barcelona a un estudiante. En lugar de limitarse a la fianza, el arrendador incorpora las siguientes medidas:

“El contrato establece que el arrendatario debe presentar un aval bancario equivalente a tres mensualidades. Se incluye una cláusula que prohíbe expresamente el subarriendo sin autorización y se fijan penalizaciones económicas en caso de incumplimiento. Asimismo, se regula la resolución inmediata del contrato si transcurren 30 días sin el abono de la renta. Además, el contrato especifica que cualquier desperfecto causado en la vivienda será responsabilidad directa del inquilino, con obligación de abonar la reparación de forma inmediata”.

Todo ello se combina con un servicio de protección externa que garantiza al propietario el cobro de la renta, en el caso de que el arrendatario deje de pagar. Este contrato blindado demuestra cómo se pueden combinar disposiciones legales y garantías adicionales para dar mayor tranquilidad al arrendador. El resultado es un contrato de alquiler blindado que minimiza riesgos y maximiza la seguridad jurídica y económica.

Seguridad adicional al contrato blindado de alquiler

Aunque el contrato blindado de alquiler ofrece una mayor protección que un contrato estándar, muchos propietarios buscan una seguridad aún más completa. En SEAG, sabemos que las cláusulas, por sí solas, no siempre son suficientes. Por eso ponemos a disposición de los arrendadores un sistema de garantías que cubre los riesgos más habituales y que actúa como complemento perfecto al blindaje contractual. Nuestra cobertura incluye el cobro garantizado de las rentas de forma indefinida, sin límite de mensualidades. Esto significa que, aunque el inquilino deje de pagar, el propietario seguirá percibiendo sus ingresos puntualmente (en el caso de los alquileres temporales, generalmente no superiores a 6 meses, nuestra garantía de alquiler temporal cubre hasta 12 mensualidades, superior a la de los seguros de impago de alquiler tradicionales).

Además, ofrecemos una defensa jurídica integral, con todos los gastos legales cubiertos en caso de tener que iniciar un procedimiento judicial por nuestros abogados especializados. También garantizamos la protección frente a actos de vandalismo, con una cobertura de hasta 3.000 euros tras descontar la fianza. De esta forma, los propietarios no solo cuentan con un contrato blindado de alquiler bien redactado, sino también con un respaldo práctico y eficaz que les permite alquilar sin miedo. Nuestra experiencia nos demuestra que la combinación de un contrato blindado con nuestras garantías ofrece la máxima seguridad para proteger la inversión inmobiliaria. ¿A qué estás esperando?

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